1. Josy, Prostituta. Su marido testigo del inicio con su jefe. Parte 1


    Fecha: 24/11/2019, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... como la vida se le escapa en un tropel de semen blanco que explota dentro de ella.
    
    No pregunta si puede venirse dentro, nada le importa menos, sobre todo en ese instante mágico y vital. Varios chorros riegan el interior, la vagina complaciente agradece comprimiendo el pene del hombre luego que cesan los latidos de la acabada estrepitosa del señor. Las acabadas las sintió todas, fue una bonita sensación, el tipo le ponía ganas y eso podía sentirlo y el disfrute era distinto a cuando el Rafa se venía, este tipo le ponía garra, era un delicioso cabron, muy cogelón.
    
    Descansan, tomados de la mano, en silencioso recogimiento hasta que el deseo del tipo vuelve por sus fueros, ella siente como comienza a parársele nuevamente, le dice que se coloque a cuatro patas, de perrita, desea enchufarla desde atrás, accede y se abre completamente, levanta el culo, bien empinado para recibir las primeras nalgadas. Extasiado, acaricia besa y juega a morder esas nalgas que lo ponen tan excitado, nuevas nalgadas.
    
    -¡Estás culona pinche puta! ¡bien nalgona como me gusta, te voy a dar una cogidota y llenarte de mecos!…
    
    Pasaba de los elogios a la guarrada sin parar, era su forma de expresar como apreciaba esas “carnitas” ofrecidas en banquete al señor jefe.
    
    -¡Esta noche eres mía!, me voy a coger a la mujer de ese pinche cabrón cornudo que está escuchando como te lleno el
    
    culo con mis mecos. “nadie me quitará la cogidota” repetía sin cesar cómo y cuánto se la cogería.
    
    Ella volvió a ...
    ... excitarlo empinando y moviendo el culito, en círculos, el señor se agarró la verga como si fuera un ariete y fue directo al centro de la vagina que se exponía como nunca, brillosa de jugos y restos de semen en su interior, levemente abierto esperando la embestida que no se hizo esperar. Se la hundió desde atrás con renovados bríos, ¡hasta el fondo! De un solo envión.
    
    La penetra con enjundia, con ganas y vehemencia, nalguea con fuerza, varias veces, la incita a moverse más y mejor, sigue nalgueando con fuerza hasta dejarlas bien enrojecidas.
    
    -¡Así puta! ¡Así perra! ¡yegua puta, muévete! ¡Muévete putita!
    
    Montado sobre ella, asido de las ingles, la penetrando y nalguea con fuerza y pasión descontrolada. De pronto lo sintió irse, dejarse perder en una “corrida estrepitosa”, los latidos de la verga dejando salir el semen dentro de ella taparon los gemidos de la hembra que instantes antes había comenzado a sentir el ahogado grito del orgasmo ocultado por tamaño despliegue del hombre que la montaba.
    
    El descanso trajo un poco de paz al exigente derroche de energías.
    
    Salieron del cuarto, ella ahora se sentía algo más liberada, se abrió de piernas para que pudiera ver sus mecos manando de su vagina, luego contenidos en una toallita el desborde de los mecos del Jefe que se escurría de la vagina. Rafa se había ido al otro cuarto, bebieron unos tragos, desnudos, ella sentada sobre sus rodillas, volvieron a la cama.
    
    Los tragos abrían un impasse en la actividad sexual, fue ...
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