Mi historia
Fecha: 25/11/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Me llamo Mari, soy española, tengo 32 años, tengo dos hijos, uno de mi pareja anterior y otra con mi actual pareja. Jose, que así se llama mi pareja, me trata muy mal, al principio de la relación me levantó la mano un par de veces y ahora sus ataques son psicológicos, mi auto estima esta por los suelos, al punto tal que no quiero salir de casa, ya que me tiene convencida que soy el ser mas feo que hay sobre la tierra. Frente a casa vino a vivir un señor argentino, mayor que nosotros, pero tiene un estilo muy peculiar, es un hombre de cabellos largos, barba mas abajo del pecho, esta lleno de tatuajes, parece el típico motero de las pelis, bueno, así es Eduardo, que de echo tiene una tremenda moto. Empezamos cruzando algunos saludos, hasta que un día Eduardo vino y nos invitó a tomar unas cervezas en su casa, así empezamos a hacernos amigos, y enseguida notó como me trataba mi pareja. Muchas veces le llamo la atención a Jose por su forma de tratarme, me sentía defendida por ese hombre, siempre tiene un piropo para mi, me siento muy bien a su lado, hasta que la confianza fue creciendo, y le conté algunas cosas. En mi cumpleaños, fue el único que me trajo un presente, aparte una torta para que sople las velitas, eso me hizo mucha gracia. Mi hija pequeña tiene problemas de respiración, por eso fumamos en el lavadero, y mientras mi pareja hablaba con no se quién por teléfono, Eduardo y yo salimos a fumar, empezamos a hablar de mi situación, y me puse a llorar, Eduardo me dio un ...
... abrazo tan tierno, que sin poder evitarlo, lo bese en la boca, nos miramos y volvimos a besarnos, sentí como metía su lengua en mi boca y su mano acariciaba mis nalgas, a los cual yo respondí a su beso con mi lengua y dejaba que me acaricie el culo. No pudimos seguir, ya que mi pareja estaba en el salón, muy cerca de donde estábamos. Siempre que nos encontramos con Eduardo en la calle o donde sea, que no haya nadie mirando, nos damos un pico, "cuando voy a poder disfrutar de este hermoso culo", me dice, dándome una palmada en las nalgas cuando él sigue su camino y yo el mio, "ojala que pronto", le respondo y me voy sonriente. Ese hombre me hace sentir muy bien, lo que no ocurre con mi pareja, he estado mil veces a punto de separarme de él, pero en el fondo le tengo lástima, y siempre lo perdono, se que soy una tonta, como me dice Eduardo, que con lo linda que soy, podría tener a un hombre a mi lado, que me trate como me merezco, que me quiera, pero no se que me ocurre con Jose, que no puedo dejarlo. Siempre que Eduardo esta en casa, busco el momento de estar a solas con él, y morrearnos a gusto, me encanta que me meta la mano dentro del pantalón y me apriete las nalgas, restregarme contra su polla dura, pero no me atrevo a hacer mas nada que eso por miedo a que mi pareja se de cuenta. "Que hermoso culito que tenes, cuando lo voy a poder lamer antes de hacerlo mío", lo escucho que me dice cuando iba por la calle a hacer las compras y no me di cuenta que venía detrás mio, me ...