Mi historia
Fecha: 25/11/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... volteo sonriendo, y nos dimos un pico, "cuando vas a ir a casa así pasamos un buen rato?", me dice Eduardo, pasando su mano por mi culo, "no, acá no que nos pueden ver", le dije, haciendo que deje de tocar mi culo, "es que no puedo, no vez que Jose no me deja salir a ningún lado?", le dije, dejando que me coja la mano, "pero Mari, que haces con un pelotudo como ese, si es un tarado tu novio", me dice en tono enojado, yo no le respondo, solo agacho la cabeza y le acaricio los dedos de su mano con los míos. Una noche, habíamos tenido una discusión tremenda con Jose, al punto que llamé a la Guardia Civil y cuando vinieron él se había ido, me dijeron que no le abra la puerta a nadie, que si volvía que los llamase de nuevo, yo tenía miedo, porque Jose es muy violento cuando se pone loco, y lo llame a Eduardo. Él enseguida se cruzo, ya que vive enfrente a mi casa, entre lagrimas le conté lo que me había pasado, y me dijo que si quería se quedaba toda la noche conmigo, cosa que yo acepté de inmediato, ya que se que Jose no se atreve con él, por su tamaño y que mi pareja, con los hombres es un cobarde. Yo acosté a mi hijo mayor, que tiene 6 años, a mi hija de 2 años y me fui al salón a tomar una cerveza con Eduardo, me sentía tranquila, relajada estando Eduardo en casa. Tomamos algunas cervezas y empezamos a besarnos, sentir sus manos acariciando mi cuerpo fue algo que me hizo gemir, relajarme mas, dejar que me haga sentir mujer, cosa que hacía mucho tiempo no sentía, sentir como me ...
... levantaba la camiseta y me empezaba a chupar las tetas a medida que yo le acariciaba la cabeza, como me iba bajando el legui junto con mi braga, yo levantaba la cintura para para dejar que me la quite, me sacó la camiseta y el sujetador, mis zapatillas, los calcetines, y me terminó de quitar el legui, dejándome completamente desnuda sobre el sillón del salón, me siguió besando el cuerpo, se iba poniendo de rodillas entre mis piernas, yo pase una de mis piernas por sobre el respaldo del sillón, abriendo bien las piernas, dejando que Eduardo me empiece a comer el coño, a lamer mi clítoris, a hacer que disfrute de su lengua. Yo gemía despacio, no quería despertar a ninguno de mis hijos, sentía su boca chupando mi coño, su dedo entrando y saliendo, como me empezó a buscar el ano, y gemí fuerte, sin poder evitarlo cuando me empezó a meter el dedo en el culo sin dejar de comer mi coño. Eduardo seguía de rodillas cuando me hizo poner en cuatro patas sobre el sillón, y me abre las nalgas, lamiendo ahora mi ojete, besando y lamiendo mi ano, sentía la punta de su lengua como queriendo entrar, yo mordía el sillón por no gritar de placer, metía su cabeza entre mis piernas y me lamía el coño, y volvía a mi ano, "por favor Eduardo, mete tu polla en donde quieras, no doy mas, quiero que me folles", le pedí entre gemidos, en cuatro patas en el sillón, esperando que Eduardo me folle por donde quiera. Se pone en pie, dando vuelta la cabeza veo como se baja el pantalón, dejando su polla fuera y ...