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Inocente zorrita –I−
Fecha: 26/11/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: NiñitaCaliente1, Fuente: CuentoRelatos
Hola, este es el primer relato erótico que escribo espero que les guste. ********** Laliani era una joven niña de 18 años recién cumplidos que dentro de algunos meses acabaría la preparatoria. Todos le decían que era sumamente adorable por su característica de parecer mucho menor de lo que era y eso a que siempre se comportaba infantilmente completaba su ternura. Laliani había salido muy tarde de la prepa ese día debido a un examen y siendo apenas las 3:00 pm tenia todavía mucho tiempo para pasear un rato. Estaba pasando por un callejón muy sucio y desolado, pero cuando iba a medio camino vio como un hombre entraba por el otro lado y sin percatarse de su presencia se bajaba los pantalones dejando ver su pene y orinaba sin ninguna vergüenza. Laliani se quedó petrificada al ver tal miembro a solo unos metros de ella, no estaba erecto, pero a simple vista se notaba que era de al menos 15 cm. Sintió como mojaba su braga y se ruborizo sin poder evitarlo. El hombre por fin se dio cuenta de su presencia y de como ella miraba su pene. Laliani se dio cuenta de que había sido descubierta e inmediatamente se tapó los ojos y salió corriendo en dirección contraria al sujeto. No lo iba a admitir, pero al ser descubierta se había mojado aún más. Para relajarse e intentar olvidar todo eso decidió ir a la biblioteca donde pasó casi dos horas leyendo antes de que el sueño la venciera y se durmiera en el sillón donde se encontraba. Las horas pasaron volando hasta dar las 9:00 ...
... pm. De pronto, el bibliotecario -que era el mismo hombre al que Laliani había visto esa tarde- hacia su recorrido para asegurarse de que ya no quedara nadie y al ver a la misma niña que miraba su pene esa misma tarde dormida frente al abrió sus ojos como platos, fue cuando se dedicó a verla mejor: ella tenía un cabello castaño casi negro por debajo de los hombros en una coleta, era de piel pálida y sus pechos se clasificarían como medianos pero seguían en crecimientos sin mencionar que estos se asomaban por el pequeño escote de la blusa, su trasero no era voluptuoso pero ya le parecía apetitoso. Sonrió y se sentó junto a ella, empezó a acariciarle el cabello para después tocar su cara y finalmente sus pechos. Por sobre la blusa apretaba y estrujaba los senos de la joven niña. Laliani se despertó encontrándose al mismo hombre tocándola, sin perder tiempo se levantó e intento cubrirse el pecho, pero solo logro apretar más sus tetas. –Ah… yo… lo… lo siento por mirar su… –Oh no te preocupes preciosa, ven siéntate. Laliani no quería parecer grosera así que lo obedeció y se sentó junto a él. Ahora que lo veía mejor parecía tener unos 75 años, era más alto que ella tal vez 1.82, era algo regordete y tenía un pelo canoso abundante. –Dime hermosa ¿Cómo te llamas? –La… Laliani. –Qué lindo nombre, tan adecuado para una preciosura como tú. Mi nombre es Andrés. Y cuéntame… ¿Te gusto ver mi pene? Aunque seguramente ya debes haber visto muchos. –No… yo… yo… soy… virgen ...