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No te acuerdas de mí, verdad? Primera parte
Fecha: 26/11/2019, Categorías: Gays Autor: zorracubanita, Fuente: SexoSinTabues
Hola a todos. He leído tantos relatos de esta página que hoy finalmente me he decidido a contar algunas de mis experiencias. Comenzaré por describirme: soy cubano (actualmente vivo en Madrid), mido 1.65, moreno, delgado, de ojos negros y con una sonrisa bastante atractiva (o eso me han dicho). Mi pene es de tamaño promedio y mis nalgas tampoco son muy grandes, aunque tienen algo atrayente ya que todo el que las prueba termina por hacerme algún cumplido. El relato que les traigo hoy ocurrió en Cuba cuando tenía 24 años (actualmente tengo 30). Aunque ya ha pasado algún tiempo, todavía revivo algunas imágenes y diálogos en mi cabeza y los uso frecuentemente para masturbarme y correrme como un loco. Aquí se los dejo para que lo disfruten: Una mañana, camino a la universidad, tomé un autobús que estaba lleno de personas (algo muy normal en mi país). Ese día tenía un examen por la tarde así que traté de buscar un espacio donde acomodarme y repasar los apuntes (el viaje solía ser bastante largo por lo que normalmente tenía que hacer algo para entretenerme). Pasado un tiempo logré establecerme cerca de una ventanilla, una zona perfecta para lo que quería. Estaba repasando mis apuntes cuando siento que una mano comienza a tocarme el culo. Como el autobús iba a tope de gente, es muy normal que te empujen, te manoseen, etc. Al principio creí que intentaban robarme la cartera pero como la tenía en el bolsillo delantero pensé que se darían cuenta y desistirían. Pero no fue así. La ...
... misteriosa mano solamente se recostó a mis nalgas, como si fuese un resultado de la cantidad de personas. Pero al cabo de unos segundos comenzó a hacer movimientos apretándome el culo descaradamente, por encima del pantalón. Me apretaba las nalgas y hacía como para querer introducirme un dedo. Yo la verdad que estaba muy nervioso y excitado al mismo tiempo. Disimuladamente me di la vuelta para ver quién era el descarado y me encuentro con un mulato que me dejó sin habla. Era más alto que yo, sobre los 30 años. No era musculoso pero se notaba que iba al gimnasio. Tenía una barba bien rapada, un perfume bastante rico y llevaba unas gafas de sol. El muy descarado ni siquiera se dignó a mirarme. Él seguía con su manoseo como si aquello fuese lo más normal del mundo, como si no estuviésemos rodeados de gente!!! Ese descaro y su forma de actuar tan natural me pusieron más caliente (los mulatos siempre han sido mi perdición, y este no fue la excepción). El autobús llegaba a una parada cuando mi acosador se detiene y comienza a buscar una salida. Yo me quedé unos minutos sin reaccionar (qué había pasado??). Para cuando me di cuenta ya lo estaba siguiendo. A lo mejor simplemente estaba jugando conmigo pero yo no quería dejar pasar la oportunidad de comerme semejante macho. Bajamos del autobús y él comienza a caminar. Se voltea, me ve, sonríe y sigue caminando. Yo no entendía mucho pero decidí seguirle. A cada rato él volteaba como para asegurarse de que yo le estaba siguiendo. El muy cabrón ...