1. Mi cuñada, mi difícil obsesión (II)


    Fecha: 26/11/2019, Categorías: Anal Autor: amarillo, Fuente: CuentoRelatos

    A partir de esa primera cogida, mi obsesión pasó a convertirla en una puta, eso sí, una puta de mi exclusividad.
    
    Ese día en su casa luego de lo relatado en “Mi cuñada, mi difícil obsesión (I)”, ella me dijo que había disfrutado mucho, pero que se encontraba muy confundida y turbada. Ante su duda mi respuesta fue dulce, pero cargada de seguridad y que no dude que me iba a pedir ser mi hembra y que no se tenía que enloquecer que su boquita era mía, ya que según ella se la había desvirgado con semen. Entre nosotros creo que alguna verga en su boca se había tragado, así que este era un jueguito de mujer recatada y de esas que no toman lechita, cosa que no demostró en la práctica je je!!!!. Lo que si aparentaba que su tiempo de abstinencia había concluido, ya que según ella hacia un año que no mantenía relaciones sexuales
    
    Pasaron varios días sin vernos hasta que mis suegros nos invitaron a cenar, en la casa se encontraba toda su familia, incluso su hermano, cuando ella llegó la miré embobado, se había ido con un vestidito amarillo sin mangas, cosa que dejaba ver o mejor dicho imaginar que no se había puesto corpiño, además que se observaban sus lolas muy libres.
    
    Me dio un efusivo beso en la mejilla, en realidad sentí que sus labios rozaban los míos.
    
    Durante la comida se sentó al lado mío y yo quede en el medio entre mi señora y mi cuñadita, esta me rozó como al pasar una de las piernas y la situación me puso al mango, podía observar las piernas bronceadas y me ...
    ... imaginaba esa peluda conchita empapando sus bombachas como en nuestro primer encuentro.
    
    En un momento dado, mi suegra requirió un voluntario para ir a la cocina a buscar la comida y mi cuñada, que era la más cerca de la puerta, se ofreció como voluntaria, yo haciéndome el distraído, me ofrecí a ayudarla, esto fue bastante natural, ya que normalmente lo hago, ni bien cruzó ella la puerta, mi vista venía clavada en su trasero, y la puerta se entorno le puso una mano en el medio de su culo, ella se dio vuelta y le di un beso bien caliente, mientras deslizaba mis manos por debajo del vestido y comprobaba que la muy turra estaba calentita, ya que tal me lo imaginaba, su bombacha estaba empapada de sus propios jugos, ella me dijo que la cortemos, que se iban a apiolar que algo pasaba, pero yo le dije que quería saborear mejor la comida así, que con un dedo le corrí las bragas y se lo introduje en la conchita hasta el fondo, luego se lo retire, me lo llevé a la nariz, lo olí y le dije que estaba muy sabroso.
    
    Mientras tomábamos las cosas en la cocina le pregunté qué color de bombachita tenía, me dijo que rosa, yo mentí y le dije que era mi color preferido y que se la tenía que sacar y dármela así podía oler todas las veces que quisiese ese olor a hembra, Ella me dijo que estaba loco!!, que no se iba a quedar, sin bombacha y que el vestido era demasiado corto y que se podían dar cuenta de que ella estaba en bolas, yo haciéndome el ofendido le dije "parece que no te importo ya que no ...
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