1. Mi cuñada, mi difícil obsesión (II)


    Fecha: 26/11/2019, Categorías: Anal Autor: amarillo, Fuente: CuentoRelatos

    ... querés correr ningún riesgo por mí y yo soy el que se está jugando todo por vos", agarré una bandeja y me fui.
    
    Deje la bandeja sobre la mesa y me senté. Al rato apareció ella, en verdad estaba radiante y para colmo me venía de la mano un vaho embriagador de sus flujos o hablando mal y pronto un fuerte olor a concha, tal es así que temí que mi mujer se diese cuenta. Ella dejó la bandeja y se excusó de la tardanza diciendo que el horno estaba un poco bajo así que había tenido que esperar un poco más.
    
    Habían pasado un par de minutos, cuando rozó mi brazo derecho e imperceptiblemente tiro mi mano en su dirección, me di cuenta que quería darme algo, y ante mi sorpresa puso un bollito en mi mano derecha, yo miré disimuladamente y vi que había una diminuta tela de color rosa entre mis manos, esto me puso al palo, tenía la bombacha de mi cuñadita en mi mano derecha y a mi mujer sentada a mi izquierda, lo más disimuladamente que pude deposité su ropa interior dentro del bolsillo de mi jean, mi instrumento estaba por explotar, imaginándome a mi cuñadita en bolas a pocos centímetros míos.
    
    Cuando mi señora fue a llevar los platos y a preparar el postre, deslice mi mano en forma accidental por el muslo de mi cuñada y le llegué a su peludita, me gustaba la situación, en la mesa delante de su familia y yo metiéndole y resolviéndole su coñito a gusto y mirando la cara de ella que sufría por no demostrar lo que estaba pasando y tratando de mantener una situación normal, cuando ...
    ... apareció mi señora fue su salvación pues ya tenía las piernas abiertas al mango y yo temía que en algún momento soltase algún gemido así que le afloje la presión, quedó con la cara roja, tal es así que mi suegra le preguntó si se sentía bien, yo me reía y disfrutaba por dentro, incluso pensando "si mi suegra supiese porqué está así la nena".
    
    Luego de los postres, mis suegros dijeron que se iban a ir a descansar un rato y se retiraron a su cuarto, el resto de la familia, excepto mi cuñada partió hacia la plaza y yo permanecí en el living pretextando que me quedaba leyendo el diario.
    
    Espere unos minutos, no sea que se le ocurriese venir a buscar algo y luego me dirigí al sofá, en donde se encontraba el objeto de mis deseos, mi cuñadita, le di un beso de lengua y le exploré hasta su gargantilla, enseguida encendió los motores, le puse una mano en su muslo y la subí rápidamente hacia su sexo, ella como un acto reflejo abrió sus piernas y me facilitó que le introduzca un dedo en su mojado sexo, al rato ya estaba empapada, baje lentamente y me arrodillé entre sus piernas a esa altura ya estaba despatarrada y con la pollera por su cintura, comencé a olerle su sexo, cosa que la excitó mucho, pues lanzó un agudo gemidito, entonces le dije "Tené cuidado que vas a despertar a tus viejos", era un placer tenerla en esa situación al mango de calentura y tenerse que controlar para que no nos sorprendan.
    
    Metí mi lengua en su clítoris y comencé a movérsela lentamente abrevando de ese ...