1. Lara, una chica muy obediente (2)


    Fecha: 26/11/2019, Categorías: Confesiones Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    El sonido agudo de la alarma la sacó violentamente de su sueño, ese sueño profundo y a la vez inquieto en que se había sumido a altas horas de la madrugada, exhausta después de todo lo que Eva y Juani habían hecho con ella.
    
    Vuelta de costado en la cama, su primera sensación fue la provocada por ese vientre femenino apretado a sus nalgas. Inmediatamente después sintió un brazo bordeándole las caderas, una mano entre sus piernas, ceñida a su conejito, y una respiración acompasada echándole oleadas de calor en su cuello.
    
    Giró la cabeza y vio a Eva durmiendo todavía junto a ella, indiferente a la alarma. Juani estaba sentada en el borde de su cama, con los codos apoyados en las rodillas y frotándose los ojos con sus dedos.
    
    No supo qué hacer. Los recuerdos de la noche que había pasado en manos de sus violadoras la atormentaban con una tensa puja entre el placer y la culpa; entre las ganas de denunciarlas y la conciencia de que no lo haría.
    
    Juani se incorporó para dirigirse hacia el baño, estaba desnuda y al pasar le dirigió una sonrisa voluptuosa que lo fue más aún por la expresión somnolienta de su rostro. Lara enrojeció y no dejó de mirarla y admirarla, aunque culposamente, hasta que la morena desapareció tras la puerta del baño. Fue en ese momento que sintió los labios de Eva deslizándose lentamente por su cuello con un ronroneo de gata en tanto esa mano entre sus piernas volvía a cobrar vida y le acariciaba el conejito. Lara intentó apartarse, pero Eva la retuvo ...
    ... con firmeza apretándola contra ella.
    
    -¿Hasta cuándo vas a seguir haciendo tonterías? –le susurró sin dejar de besarle el cuello.
    
    -Voy a denunciarlas… -contestó Lara tratando desesperadamente de creer en esa posibilidad. Un segundo después supo que no lo haría. No era capaz de afrontar el escándalo que semejante denuncia provocaría. Eva, como si le estuviera leyendo los pensamientos, emitió una risita que a Lara le sonó perversa.
    
    “No, no voy a denunciar nada. –se dijo. –Me moriría de vergüenza si mis padres supieran esto. Prefiero soportarlo todo.” –concluyó para refugiarse en esa argucia que usaba con el fin de ocultarse a sí misma la verdad.
    
    En ese momento Juani salió del baño y comenzó a vestirse mientras Eva iba por una ducha. Después le tocó el turno a Lara y cuando ya higienizada comenzó a vestirse eligió un sujetador y braguitas de color rosa.
    
    Eva y Juani, ya con sus uniformes y esperándola para ir al comedor por el desayuno, intercambiaron una sonrisa cómplice y la rubia dijo:
    
    -Devuelve esa ropita a su lugar.
    
    Lara, que estaba a punto de ponerse el sujetador, la miró sin comprender.
    
    -Devuelve esas cositas a su lugar y ponte el uniforme. –insistió Eva mirándola muy seria.
    
    Lara sintió que sus mejillas ardían:
    
    -Pero…
    
    -Con nosotras nada de peros, niña. –intervino Juani.
    
    Lara sostenía el sujetador entre sus manos mientras en su rostro se le dibujaba una expresión implorante. Eva se adelantó rápidamente y le cruzó la cara de un cachetazo que ...
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