1. El Autolavado


    Fecha: 29/11/2019, Categorías: Gays Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos

    ... marcarse por sobre mi playera. Qué bueno que me salí con poca ropa de mi casa, me digo a mi misma, mis ojos se dirigen instintivamente a su bulto que ha empezado a crecer descomunalmente y a él parece no importarle ya. Que cosota tan deliciosa se le marca. Me le acerco como para verlo trabajar de cerca, quiero verle la polla y mientras no paro de sonreírle. Me estoy percatado de que estoy realmente cachonda, húmeda, lasciva, quiero que este macho me posea aquí y ahora frente a todos, de repente caigo en la cuenta de que la única polla que me he metido en tres meses ha sido la de mi vecinito Álvaro pero eso fue sólo un par de minutos antes de que se viniera y sólo sirvió para dejarme más caliente. El chico me dice que se llama Ángel, yo me llamo Amanda, le contesto mientras nos estrechamos las manos. Noto que sus manos son firmes y fuertes, me las imagino hurgando en mi interior. Me pregunto cómo será este chico en la cama y algo me dice que debe ser candela pura, un manjar para cualquier chica.
    
    Seguimos hablando de tonterías frente a frente, mis pezones ya están lo suficientemente marcados como para que media clientela ya no me quite los ojos de encima. Empiezo a sacar dinero de mi monedero en un intento por irme porque a estas alturas sé que si no me voy ahorita ya no me iré pues nuestros sexos se están llamando. Ángel me toma de la mano y me dice que no es nada, que no es necesario que pague, el tacto de su mano en mi cintura desata un relámpago de deseo en mí. Ahora ya ...
    ... sólo sé que a este macho yo me lo follo ahorita y mis ojos empiezan a buscar algún hueco en el negocio que me permita desfogarme con él. Ángel parece percatarse de lo que sucede en mí, me toma firmemente de la mano y me muestra el camino hacia un vehículo que parece abandonado dentro del negocio familiar. Me introduce en el coche que afortunadamente está como metido debajo de un manzano y bloquea la vista de los clientes al menos parcialmente. Inmediatamente después se saca la polla del pantalón y empieza a meneársela frente a mí. Es un pedazo de carne absolutamente hermoso, recto como casi ninguno y blanco como la leche. Quedo hipnotizada ante el espectáculo y decido dejar que pase lo que quiero que suceda. Ángel me tira el short con fuerza y escucho que la tela se desgarra, me coloca de perrito y me deja ir de un solo corte. Qué delicia dios mío, toma mi cuerpo y se masturba con él, siento sus severas estocadas como si fueran mi paraíso, su boca no me besa, en vez me succiona, me chupa, me babea, escupe mis senos y me los lame desaforada mente, me aparte de sí y me penetra por la boca mientras introduce su lengua a mi vagina como si quisiera traspasarme. Me dice cosas que oigo pero no escucho, escucho la palabra puta y me prendo más, ya perdió la cuenta de cuantas veces me he venido pero deben ser muchas porque no logro detener el culeo de mi cintura. De repente, en un momento, mi amante me desatornilla con un movimiento brusco, dirige su animal hacia mi cara y me avienta ...