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Don Luis el señor de la camioneta
Fecha: 30/11/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Bueno mi nombre es Eduardo vivo en Ecuador tengo 22 años mido 1,70 cm test trigueña y voy a relatar lo que vivi hasta hace pocos meses atrás cuando probé de lo prohibido. Todo esto comenzó un día 20 de septiembre cuando mi mamá me pidió que la acompañará a realizar un trámite en el Banco pues la habían llamado por un crédito que estaba solicitando, así que accedí a acompañarla ese día, era una tarde calurosa de manera excesiva, había demasiada gente esperando ser atendida por el operador de créditos, estuvimos alrededor de 2 horas esperando y cuando ya estábamos cerca ser atendidos mi mamá se da cuenta que se olvidó la cédula en la casa y que sin eso no hiba a poder hacer nada, por lo que me pide que salga yo a buscar la cédula en la casa, pero que tomé una carrera en auto para ir y volver de inmediato. Yo acepto, salgo del Banco y me dirijo a una parada de camionetas que se encuentra a una cuadra de donde estaba yo, subo en la primera camioneta que estaba ahí parqueada, todo iba de lo más normal nunca imagine todo lo que iba a ocurrir; al momento que ingresó al carro me topo con un señor de entre unos 45 a 50 años pues no conocía la edad exacta, que me dice: Conductor: buenas tardes como le va jovencito a donde lo llevo. Yo le doy la dirección de mi casa a donde ir. El: con gusto. al ver la actitud tan amable me extrañe un poco pues casi no existe esa cordialidad o cosas así. Comenzamos el trayecto y el señor me dice, hoy si que ha hecho un sol demasiado fuerte ya no se ...
... aguante el bochorno,yo titubeando le contesto: m mmm si es verdad esta muy fuerte, entre mi pensaba en la situacion pues no era como para entablar conversa así de una con alguien, seguimos el viaje y al empezar a salir de la parte urbana de la cuidad yo empiezo a notar que conduce de manera lenta a lo que estaba conduciendo, y empiezo a notar algo de intranquilidad en el señor, bueno no me pareció raro hasta ese momento. Todo empieza a tomar otro rumbo cuando yo noto que el, mientras conducía regresaba a ver de manera disimulada el bulto de mi pene en mi pantalón; al inicio sentí una sensación de desagrado pues nunca antes había estado en una situación similar con un hombre, y menos mayor que yo. Conforme avanzamos aquellas miradas eran más repetitivas y constantes, al punto que el empezaba a susurrar entre sus labios palabras obsenas, que lejos de incomodarme empezaban a excitarme; dichas palabras que alcanzaba a escuchar eran: Mmm que rico. Rica verga. Que pollazo. Palabras que me calentaron y tuve una erección en ese momento, que por la ropa que traía no se me notó. Esa situación duró hasta cuando llegamos a la casa , en ese momento tenía que hablarle y decirle que me espere un momento hasta recoger la cédula y volver hasta donde me embarque. Llegamos a la casa, y le digo, señor por favor Esperemos un momento que sólo tengo que ir por un documento y volver enseguida, el lejos de mirarme a la cara mira mi entrepierna y dice: con gusto sólo doy la vuelta y aquí lo espero. ...