1. EL TORMENTO Y EL EXTASIS (1)


    Fecha: 08/12/2019, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues

    ... tomándola de nuevo del brazo la llevó consigo hasta uno de los portales y de allí a su piso, en la novena planta del edificio. Entraron y Juanjo la dejó por un momento en el sofá del salón, mientras él desaparecía tras la puerta que llevaba a los dormitorios y el baño. Minutos después regresó con un pijama de hombre, uno de los suyos, que tendió a Laura • Hermanita, lo mejor es que te des una buena ducha… O, mejor, un buen baño de agua caliente, con muchas sales y mucha espuma… Y mucho rato dentro del agua, tranquila, relajándote… ¡Lástima no disponer ahora de un “yacusi”!. Creo que lo compraré… Se agachó sobre Laura para darle el pijama y ésta se agarró a su cuello, sollozando todavía más, si es que eso fuera posible. • ¡Déjame que te explique Juanjo! ¡Que te explique…! Laura no pudo continuar porque su hermano le tapó delicadamente la boca con una mano, mientras la consolaba pasándole la otra mano por pelo y mejillas • No me expliques nada, no es necesario. Sé que las tienes que pasar muy, pero que muy mal para hacerlo… Pero no te preocupes cariño, hermanita. Todo se acabó, todo pasó ya… Tu hermano está contigo, para cuidarte; y para cuidar de tus hijos, mis sobrinos… Anda cariño mío… No llores, seca esas lágrimas de Virgen Dolorosa, alma de mis entretelas… Anda, toma el pijama y pasa al baño chiquitina mía… Laura besó fuertemente a su hermano en ambas mejillas, tomó el pijama que él le tendía y se dejó guiar al cuarto de baño de la casa. Juanjo entró al baño con ella para ...
    ... abrirle el grifo de la bañera y espolvorear generosamente sales de baño en el agua que de tibia iba cambiando a caliente, aunque no al punto de resultar desagradable, sino muy acogedora. El aroma de las sales era, lógicamente, masculino, aunque sin llegar a ser penetrante sino muy ligero. Juanjo le dijo • Una buena ducha mañana, bien enjabonada, y ni rastro del olor a tío Al fin su hermano salió del cuarto de baño y Laura procedió a quitarse la ropa, esa ropa de “trabajo”, el “uniforme” de puta… Se metió en la bañera y, como su hermano le recomendara, permaneció allí, sumergida hasta la garganta y con las piernasflexionadas para mantener tal posición durante largo rato. Poco a poco la tensión que la enervaba fue cediendo paso a una sensación de laxitud que a fondo lareconfortaba. Debió pasar demasiado tiempo allí, dentro de la bañera, pues en un momento Juanjo la llamó, interesado por saber si todo iba bien, si se encontraba bien, vamos. • Sí Juanjo, estoy bien… Creo que me amodorré un rato quedándome un tanto dormida aquí… Laura salió de la bañera y se secó. Se miró al espejo y se encontró de asco, con el rostro embadurnado por un amasijo que mezclaba el maquillaje, muy, muy acusado, con churretes más negros que oscuros de la sombra de ojos y el rímel de las pestañas; falsas, claro está. Se lavó y restregó el rostro con la toalla del lavabo hasta levantarse ronchas, en los pómulos especialmente. Luego miró fijamente la imagen que el espejo devolvía a sus ojos y vio un rostro ...
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