Noches mágicas - Relatos Eróticos

Noches mágicas

... tanto placer con una polla atravesándote el culo.- Ya lo creo, es un placer muy intenso. A mí me vuelve loco.- La verdad es que de haberlo sabido, lo habría experimentado antes.- Me alegro que te haya gustado ¿Era tu primera vez?- Si –le confesé- Y ha sido genial. Sin duda la mejor y mayor corrida de mi vida. Gracias.- De nada, ha sido un auténtico placer. Repetiremos siempre que quieras.- Sí, eso espero, que sea la primera y no la última.- Pues en tus manos está. Cuando quieras podemos repetir y probarás muchas más cosas, experiencias muy agradables… Entusiasmado con la idea me di la vuelta, pues su polla ya se había salido de mi interior, y abrazándole, busqué su boca y le besé. Recorrí con mi lengua la suya, se la mordí suavemente y bebí su aliento y su saliva. Fue un gesto de gratitud y de deseo. Mi polla seguía casi tan hinchada como hacia un rato. Él me devolvió el beso y me la acarició durante un rato para relajarme. Ambos nos quedamos dormidos, totalmente satisfechos; yo, abrazado a él, y él, con mi polla en su mano. Fue el principio de una gran amistad y la primera de una larga cadena de experiencias que me condujeron a un mundo insospechado y maravilloso.