1. La reeducación de Areana (20)


    Fecha: 16/12/2019, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... erótico cuyo eje argumental era la iniciación sexual de Margarita. Se había dado cuenta de que para cumplir con el objetivo que la había traído al departamento, la joven necesitaba que se la obligara. Se ubico detrás de ella, le aferró la muñeca y con firmeza le fue bajando el brazo luego de vencer una tibia resistencia inicial.
    
    -Quieta. –le dijo y de frente a ella le ordenó:
    
    -Sacá la mano de ahí, Margui.
    
    -Me muero de vergüenza, Milena… -murmuró la joven.
    
    -Tenés que quitarte a tus padres de la mente, nena. Vinieron arruinándote la vida hasta ahora, pero eso se acabó. Viniste acá porque tenés deseos, querés coger y eso es natural. Olvidate de esa moralina absurda que te impusieron seres igualmente absurdos que te reprimían y te obligaban a vestirte como una ridícula. Que ellos hagan su vida, Margui, pero que no pretendan que vos hagas la vida que ellos quieren. Sos mayor ya, así que vas a vivir como quieras, y ahora sacá esa mano de ahí de una buena vez. ¡Vamos! –la apremió Milena y la chica obedeció deslizando muy lentamente la mano hacia el costado, dejando al descubierto la tupida vellosidad negra que formaba un triángulo sobre el monte de Venus.
    
    Milena rió y dijo:
    
    -¡No, nena! ¡No podés tener esa pelambre! Agárrenla que la llevamos al baño.
    
    -Sí, señorita Milena. –corearon madre e hija y de inmediato tomaron de los brazos a Margarita e iniciaron el camino encabezadas por la asistente.
    
    -No, por favor, ¿qué me van a hacer?... no… -se alarmó la chica y ...
    ... amagó con detenerse, pero Eva y Areana la forzaron a seguir andando mientras Milena decía:
    
    -¿Qué te vamos a hacer? Vamos a hacer que esa concha se vea decente, sin ese bosque que tenés ahí.
    
    -No, no, no, por favor… -suplicó Margui aterrada ante tanto cambio que estaba viviendo.
    
    Milena interrumpió la marcha, giró sobre si misma y enfrentó a la atribulada visitante.
    
    -Oíme bien. –le dijo esgrimiendo en alto su dedo índice. –Sacate a tus padres de la cabeza,Margarita. A partir de ahora me vas a obedecer a mí, ¿entendés?, y obedeciéndome vas a descubrir cuánto placer te espera. Vamos, dejate de pavadas y caminá.
    
    El tono autoritario de Milena pareció obrar como un rayo de luz en el cerebro de la joven. Supo que había estado toda la vida sometida a sus padres enfermos de moralina y que esa sumisión le había adormecido los sentidos y hecho de ella una ridícula vieja de veinte años. Supo que Milena estaba en lo cierto y que si de verdad ansiaba liberarse y vivir plenamente su juventud debía dejarse guiar por ella, debía obedecerle a ella.
    
    Esa convicción la estremeció y volvió a estremecerse de pies a cabeza cuando Eva y Areana la tomaron nuevamente de los brazos y las cuatro reanudaron la marcha hacia el baño. Jamás había tenido contacto físico con una mujer y mucho menos un contacto tan estrecho como esas manos de madre e hija presionando su carne
    
    Una vez allí Milena le ordenó a Areana que abriera la canilla de la bañera con agua caliente.
    
    -Y vos, acostate ahí ...
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