Mi deseo de ser madre -3- Desenlace
Fecha: 16/12/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: timida28, Fuente: CuentoRelatos
... No resistí mucho, lo necesitaba dentro de mí. Leyó mi pensamiento, yo estaba a gatas, allí en cuatro patas vino por mí de nuevo. De un golpe metió su pene en mi vientre. Comenzó de nuevo con su bombeo. Sentí delicioso, al punto de sentir que venía un segundo e inmenso orgasmo. Aceleré los movimientos y Pablo, que con sus manos tocaba, pellizcaba, sobaba, aceleró también. Sentí nuevos corrientazos, tensé mi cuerpo y lancé un gemido más fuerte.
—¡aaagggg, aaayyy! Me vengo, me vengo…
Que recuerdo claramente que hice. Pensé que tras la acabada, Pablo sacaría el pene y me dejaría descansar, me equivoqué.
Ambos quedamos recostados en la alfombra por unos minutos mientras nos reponíamos del intenso orgasmo que habíamos sentido, acto seguido comenzamos a besarnos nuevamente mientras yo acariciaba su pene que se encontraba a media erección, baje besando el pecho de Pablo hasta llegar a su pene, ahora era mi turno de darle placer, después de los dos intensos orgasmos que me hizo sentir, Pablo se puso de pie y se sentó en el sofá comencé a darle besitos a su glande, le daba lengüetazos al tronco, besaba y chupaba sus testículos metiéndomelos a la boca, su pene ya se encontraba completamente erecto, me lo metí a la boca y comencé a saborearlo Pablo cogía mi cabeza y la empujaba contra el queriendo que su pene me entrara lo más profundo que pudiera.
Después de varios minutos chupando su pene me puse de pie, le di la espalda a Pablo y me puse a bailarle de manera sexi ...
... meneándole el trasero, mientras Pablo me daba nalgadas que me excitaban mucho, Pablo se puso de pie y me coloco sobre el aleta del sofá dejando mi trasero elevado, yo arqueaba mi cuerpo para elevar más mi trasero, Pablo me separo las nalgas y me pasaba la lengua por toda la línea de mi trasero, me besaba las nalgas bajando con su lengua por mis piernas deteniéndose en la parte de atrás de mi rodilla asiéndome retorcer de placer, Pablo levanto un poco mi cola y puso su pene en la entrada de mi vagina clavándomela de un solo golpe y comenzando con un delicioso bombeo
—si, si, si, sigue, sigue!... ¡Ay, qué rico!... —era lo que decía.
—¡Si, ay ay aaay ah aaaaaaah —gemía incontrolada por el enorme placer que sentía.
—Tienes las nalgas muy duras y tu vagina está muy mojada —me decía Pablo
Ahora Pablo llevaba sus dedos completamente mojados a mi boca para que los chupara con placer como si fuera su pene.
Mis caderas ahora se meneaban en círculos y empinaba más mi trasero para que me la metiera más al fondo, Pablo tiraba de mi cabello y yo ronroneaba como una gatita ahora no ahogaba mis gemidos, gritaba gemía, yo me arqueaba ofreciéndole mis nalgas.
—Pablo no pares… más duro uhmmmm ssssiiii...
—aahhhh! ¡mmhhhh! aayyy... aaahhhhh sí que riiicooooo... sigue sigue Pablo.
Sentí sus dedos frotándose con mi clítoris provocando que llegue a un delicioso orgasmo: gemí, llore, me aferre a él para que no se detuviera mientras me mordía mi hombro derecho como si fuéramos animales ...