1. Belleza virgen


    Fecha: 18/12/2019, Categorías: Jóvenes Autor: arandi, Fuente: RelatosEróticos

    ... parecido, se retorcía y daba gritos mientras su cintura se agitaba violentamente. Lo que no sabía es que Marcelo realizaba aquella labor, no sólo para compensarla de su sufrimiento anterior al haberla desflorado tan violentamente, sino que la preparaba para lo que vendría.
    
    Cuando aquél se reincorporó, su rostro estaba cubierto con los jugos amorosos de la pequeña Sofía. Así, bien húmeda por la excitación, Marcelo la tomó de la cintura y la levantó en vilo, colocándola sobre sus muslos e indicándole que se pusiera a horcajadas sobre su tremenda estaca. Sofía lo hizo y, posteriormente, se dejó caer lentamente fijándose muy bien esta vez cómo es que la cabeza de aquel instrumento se abría paso entre sus pliegues vaginales.
    
    Eufórica por el gusto de volver a sentir el pene de Marcelo en su interior, se dejó caer de un sentón que le hizo rebotar de forma violenta. Por un segundo creyó que había sido partida en dos.
    
    —Ufff… creo que ya entró toda —susurró Sofía con voz débil.
    
    —Sí, hermosa. Ya está toda adentro, ahora no te muevas. Quiero que sientas bien lo que te ha entrado. Voy a hacer palpitar eso que aún te lastima, ¿de acuerdo? —le dijo Marcelo.
    
    Sofía, nerviosamente, asintió.
    
    Marcelo, con total seguridad, hizo lo prometido.
    
    —¿Sientes? —le interrogó.
    
    —Mmmm… sí —respondió ella casi en un suspiro.
    
    Sofía podía sentir, en el fondo de su intimidad, aquella cabeza palpitando. Se sorprendió a sí misma, cuando comenzó a hacer contracciones vaginales, como ...
    ... queriendo ajustar la estrechez de su gruta a las dimensiones del invasor.
    
    Al poco rato, Sofía era quien iniciaba el dulce vaivén. Poco a poco, la supuesta adolescente, iba dominando el ritmo y su movimiento era más acompasado, haciendo juego con la cadera y la pelvis. Lento en principio, pero más rápido al proseguir, los movimientos se volvieron arrebatados.
    
    Sofía sentía como si estuviera haciendo una travesura que le causaba mucho placer. Aumentó el ritmo aún más. Nunca había tenido un orgasmo pero, cuando él soltó aquel chorrazo de leche caliente adentro de ella, dio un monumental grito y empujó tan duro como pudo, tratando de moler ese sabroso trozo de carne con su estrecha vagina.
    
    Deseaba que aquello no terminara pero, si bien tuvo que concluir, Sofía ya no era la misma niña, mejor dicho, ya era una mujer, pues hasta antes de aquel evento había sido una adolescente que se comportaba como tal; desde ese momento ya no más. Tras ese evento fue muy distinta, puedo asegurarlo.
    
    Sofía terminó sudorosa y desfallecida. Se dejó caer sobre el pecho de su amante, pero eso sí, sin soltar de su entrepierna el pene que tanta satisfacciones le había brindado. Éste, poco a poco, fue perdiendo volumen dentro de su cavidad.
    
    Me contó que lo hicieron tres veces más esa noche, y la verdad no lo dudo pues, como dije antes, mi amiga Sofía cambió muchísimo a partir de ese día despertando a la sexualidad.
    
    Si he de ser sincero, cuando ella me contó todo esto sentí mucha envidia de ...
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