1. Naturaleza helada


    Fecha: 19/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CaballeroGris, Fuente: xHamster

    ... marcaba perfectamente abultado bajo los usados tejanos. Se cruzó de piernas intentando disimular.Eva cerró la puerta de la cocina mientras se calentaba el café que había encontrado hecho en la cafetera. Colocó las palmas de sus manos sobre la cara y ahogó un grito de desesperación. No podía creer lo que le estaba pasando. Al ver a su hijo el apetito sexual que sintió la noche anterior volvió a despertar con más fuerza. Lo había achacado al alcohol y a la paja que presenció de forma accidental mientras su hijo se duchaba y la nombraba en voz alta. Algo había crujido en su cabeza la noche anterior pero logró contenerse para que la cosa no fuera a más. Se alegró al despertar aunque el recuerdo borroso de sentir deseos de tirarse a su hijo la hizo sentir mal. Ahora ese recuerdo borroso se había actualizado en unas ganas locas de sexo con él, y eso no le gustaba nada. Maldijo la hora en la que su hijo había ido a pasar unos días con ella. Maldijo a su marido por morir. Maldijo a la vida.Quería concentrarse y encajar su mente en que no iba a pasar nada, pero solo tenía dolor de cabeza y ganas de sexo. Con el café humeante en una taza de grandes dimensiones salió de la cocina y fue al salón.En el confortable aire acondicionado por la calefacción central, flotaba la desolación y el talento de Mozart en su Réquiem.Eva se sentó en sofá contiguo al que se encontraba Rómulo, el cual simulaba leer mientras trataba de hacer lo mismo con su erección incontrolada. No tardó en percatarse del ...
    ... bulto que ocultaba su hijo. Le pareció exageradamente amplio. Sintió como su coño disparaba flujo como una alocada veinteañera con su cantante o futbolista favorito; de hecho no recordaba haber lubricado nunca antes de esa manera. No podía más, se iba a volver loca, su cabeza le estallaba y no quería más pastillas que meterse aquel pollón en su boca, coño y culo. Se quería llenar todos los agujeros de su cuerpo.Dejó el café sobre la mesita central y se levantó despacio mientras su hijo la observaba de reojo. No sabía cuál era el siguiente paso. Solo sabía que se acababa de levantar y que no era dueña de sus actos.Las campanas de la catedral cercana anunciaron que eran las dos de la tarde. El ruido espantó a un grupo de palomas que reposaban tranquilas en una de sus cornisas. Entre ellas emprendió el vuelo, camuflada, una de las gárgolas; la cual voló hasta el jardín de la lujosa casa de Eva. Los ojos eran rojos como los que tenía Eva por culpa de la resaca. El diablo sonreía a través de aquella mirada ensangrentada. La gárgola se acercó hasta la ventana a la vez que una nube negra cubría el cielo sumiendo a la ciudad de nuevo en la oscuridad. Eva se sentó junto a su hijo, bajo ellos un amplio y cómodo sofá de cinco mil euros.La gárgola se acomodó a la vez que un trueno quebró el cielo permitiendo que un mar de agua cayera sobre ella. Sonrió complacida, la puta del diablo.- ¿Por qué sonríes mamá?.- Nada hijo. ¿No puede una madre admirar orgullosa a su hijo al verlo tan grande ...
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