1. Naturaleza helada


    Fecha: 19/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CaballeroGris, Fuente: xHamster

    ... verga y a penas se dejaban penetrar hasta la mitad. Pero ahora era diferente, su madre aguantaba levantando mucho el culo, con su torso pegado al sofá y su cara de lado gimiendo y chillando de dolor y placer. Podía meterla entera sintiendo calor de una zona en la que jamás había sentido de una mujer. Su capullo llegaba tan adentro que le parecía que iba a sacarlo por su boca. Eva sentía como le partía en dos y esa sensación le gustaba. De repente empezó a tener un orgasmo detrás de otro. Su cuerpo se retorcía endemoniado, pero su culo permanecía intacto, muy arriba y fijo para que su hijo pudiera follar a placer todo cuanto quisiese. Su madre estaba ahí para satisfacerle y entregaba su cuerpo a tal propósito.Infinito amor de madre.Vanesa deslizó su lengua entre los labios mientras sentía como su flor se abría tímida bajo su tanguita blanco. A sus treinta y ocho años disfrutaba de una brillante carrera de su marido como abogado de éxito. Un lujo pues hasta tenía sirvienta, no teniendo ella que hacer nada en todo el día más que esperar que su marido tuviera viaje de negocios para llamar a uno de sus amantes. Pero ninguno de ellos era como el hijo de su vecina. Era guapo, tenía buen cuerpo y una polla que, de haberlo sabido antes, ya se habría comido en más de una ocasión en alguna de sus visitas. Vanesa era guapa y atractiva, y lo sabía. Metro setenta y seis y sesenta quilos. Delgada y proporcionada, con talla cien de pechos, regalo de reyes de su cornudo marido cinco años ...
    ... atrás. No demasiado culo pero sí con curvas y muy guapa con ojos verdes y pelo castaño oscuro y ondulado en media melena.Rómulo dejó de follar pues notaba como de nuevo iba a correrse. Su madre se dio la vuelta tumbándose boca arriba al sentirse liberada. Estaba exhausta pues se habría corrido unas cinco veces. Descansó abierta de piernas, notaba como el coño le palpitaba hasta muy adentro, se sentía satisfecha y algo dolorida, sonriente y feliz.Rómulo estaba a mil, llevaba aguantando la corrida largo rato; sobreviviendo a una mamada colosal, una cabalgada de una bella y tetona hembra madura y a una brutal follada a dicha hembra a cuatro patas. Sabía que no iba a poder aguantar mucho más pero se sentía satisfecho pues su madre parecía que se había corrido varias veces. Aquella hembra había sido bien cubierta.Vanesa se había escondido tras la pared, al ver como paraban, por miedo a ser descubierta. Se sentía excitada y confusa. Aquello le superaba. El sentido común le dictaba irse a su casa disimuladamente antes de ser descubierta y hacer como si nunca hubiera visto aquello. Pero algo le retenía. Desde el tejado, justo encima, la gárgola jugaba a sostener hilos, como si Vanesa fuera su nueva y flamante marioneta.- ¿Cómo estás cariño?. Yo me he corrido ya no sé cuantas veces.- Yo aun tengo cuerda. Sigamos, es bueno coger un poco de aire de vez en cuando.Rió mientras su madre le miraba con ternura. Ya no se sentía perra, ahora un dulce impulso le dominaba. Quería que su pequeño ...