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Reencuentro esperado
Fecha: 19/12/2019, Categorías: Gays Autor: Mario, Fuente: CuentoRelatos
... follar por un hombre mayor". Mi polla estaba a punto de reventar pero la ansiedad por escucharla era más fuerte que el deseo de gozar inmediatamente. "Continúa", le dije. Y siguió: "me la metí en la boca, pero apenas podía ya que el capullo era de un grosor desmesurado. Mientras le acariciaba los cojones con las manos; y sin saber como ni por qué -pues tú sabes que es algo que no me gusta especialmente-le acaricié el ano. Fui abriéndolo lentamente con el dedo y de repente se lo encajé de golpe. Sorprendido por aquella osadía que, no obstante, le resultaba placentera, gimió y me agarró la nuca empujándome la cabeza hacia la polla, tratando de que la tragara toda. No quería que se corriera antes de follarme, pues dudaba que a su edad la cosa diera para dos polvos, pero él tenía sus ideas al respecto. Me mantuvo contra sí, dejándome sólo un pequeño margen de movimiento imprescindible para poder hacer lo que él deseaba en aquel momento: mamársela. Duró poco antes de doblarse hacia arriba y llenarme la boca de leche, que a poco me hizo atragantarme y que tuve que tragar para liberar mi boca. Me apartó con fuerza -aunque sin violencia alguna-y me hizo tender a su lado. Con los dedos recogió los restos de esperma que colgaban de mis labios y me lo extendió sobre los pechos…". "¿Ves, me dice, como aún quedan vestigios de mi guarrada? En efecto, sobre sus tetillas y en el surco que las separa había manchas secas que parecían haber sido de licor seminal. No podía aguantar más, me ...
... lancé sobre las tetas de mi esposa y lamí sus pechos hasta dejárselos relucientes de mi propia saliva. Estaba loco de placer y le pedí que me la chupara y me hiciera lo mismo que le había hecho a él. "Aquí no puedo, vámonos a la cama; recuerda que allí estábamos", dijo y nos dirigimos, desnudos como estábamos, hacia nuestra cama. Nada más tumbarnos se arrojó sobre mi polla, que a través del pasillo no había perdido fuerza, y comenzó la mamada más sabrosa con que me haya obsequiado nunca. Masajeó y lamió mis huevos y poco a poco fue adueñándose de mi culo con sus hasta ahora casi desconocido dedos. Se retiró un momento para coger el tubo de vaselina que tenemos en mi mesilla de noche y con una sonrisa pícara me dijo: "prepárate, maridito". Volvió a su posición anterior ocupándose de mi pene y huevos con su lengua y de mi virginal culo con los dedos hasta llegar a introducirme la punta de tres de ellos. A continuación, mientras me miraba a los ojos, introdujo me con fuerza su dedo índice, lo que ocasionó un respingo de dolor tan intenso como breve que se transformó en una sensación muy agradable. La agarré de la nuca y le hice tragar el miembro hasta que le motivó una arcada. No cedí y la obligué a seguir el ritmo de la mamada mientras la iba llamando "puta, guarra, házmelo como a tu amante, so puta…" hasta que no pude ya más y arrojé en su boca todo el semen que mis cojones no podían ya retener. Se retiró un instante para engullir la masa lechosa y volvió a la carga para ...