El secuestro exprés
Fecha: 19/12/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
Estrella, una jovencita de familia bien, a punto de cumplir los 18 años, muy bella. 1.79 cm de estatura, rubia, de ojos azules, de tetas grandes, largas y moldeadas piernas, que solía mostrar con sus cortas minifaldas, estaba en la terraza de un bar con su amiga Beatriz, una joven morena de 18 años, hermosa y con todo muy bien puesto. Beatriz, le preguntó a Estrella:
-¿Ya lo hiciste con Miguel?
-¡No!
-¿Y sigues sin masturbarte?
-No me interesa saber que se siente.
-Sigues sin tener curiosidad.
-Soy católica practicante ¿Responde eso a tu pregunta?
-Pues no.
-Mira, Bea, yo no soy como tú, que lo mismo te acuestas con Nuria, que con Sonia, que con Tatiana que con Jaime, que con dos, con tres o con cuatro.
-Si me calientan...
-A mi no me calentaría ninguna mujer ni ningún hombre. En eso soy de hielo.
-El hielo se derrite con el calor, amiga mía.
-No este hielo.
-Eso me gustaría verlo.
-Pues no lo vas ver, nunca, pero nunca jamás.
-Nunca digas nunca, y menos, jamás... Bueno, vamos al tema. Mañana es tu cumple. ¿Qué quieres que te regalemos?
-Un IPhone 7 Plus Apple 256 GB.
-No sales barata.
-Sois 16. Os toca a menos de 100 euros por cabeza.
Poco después se despedían y cada una se fue para su casa.
Al día siguiente, por la tarde, Estrella iba a reunirse con la panda, cuando al dar la vuelta a una esquina, salieron dos encapuchados de la parte trasera de una furgoneta. Uno la durmió con cloroformo y entre los dos la ...
... metieron en la furgoneta. Cerraron la puerta y se fueron.
Estrella, despertó en una nave abandonada. Estaba desnuda, atada de pies y manos a una silla plegable, mostrando aquellas grandes, redondas y duras tetas, con bellas areolas rosadas y pequeños pezones y su chochito peludo, abierto, enseñando sus rojos labios.
Un encapuchado, sentado en otra silla plegable a un par de metros de ella, con la voz distorsionada, le dijo:
-Hemos pedido un rescate por ti. No te preocupes, paguen o no paguen dentro de un par de horas te soltamos, a no ser que te pongas a gritar... ¿Vas a gritar?
-No.
Estrella, temblando, preguntó:
-¿Por qué estoy desnuda?
-Para evitar sorpresas. Así no intentarás soltarte y escapar.
Llegó una encapuchada, y se sentó en otra silla plegable enfrente del encapuchado, que le preguntó:
-¿Nos divertimos mientras no hay noticias?
La encapuchada asintió con la cabeza.
El encapuchado se bajó los pantalones y sacó su gran polla, flácida. Se comenzó a masturbar. La joven, se quitó la falda y las bragas y comenzó a jugar con sus tetas y su chochito depilado... Se miraban a los ojos y a sus sexos... Estrella, que ya no temblaba. Bajó la cabeza. Hacía que no miraba pero vio como al encapuchado se le ponía dura y como la encapuchada metía dos dedos en la vagina...
Minutos más tarde, cuando ya los dedos de la encapuchada comenzaron a chapotear en su chochito y sus gemidos subieron de tono, la encapuchada, le dijo a Estrella:
-¡Cómo me gustaría ...