1. Problemas con mi Hijo


    Fecha: 23/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... pero creo que te excediste un poco – en ese momento sentí una gota de semen cayendo en mi ojo derecho, hice un gesto y me lo limpié con un dedo. Pude escuchar la risa de mi hijo.- Pero que boluda que sos, parece que te estás poniendo esas cremas de mierda que te cobran re caras y no sirven para nada – me dijo Franco matándose de risa, no tuve más remedio que reírme junto con él.- Puede que esto me mejore el cutis más que las cremas – agregué. Se fue a su cuarto riéndose, me alegraba que la incómoda escena haya terminado con humor, aunque seguía un poco enfadada con él.Caminé hasta el baño y cerré la puerta. Me miré en el espejo, esta vez tenía mucha más cantidad de semen en mi cara, no podía creer que mi hijo tuviera tantas reservas. Abrí la canilla para lavarme y me quedé pensando en el tiempo que había pasado desde la última vez que había estado con un hombre, estaba muy excitada. Pero no. No era el momento de sentirse así, era el semen de mi hijito. Lamí sin querer mis labios y el sabor me embriagó. Cerré la canilla y me quité el pantalón y la bombacha de un tirón. No pensaba, sólo actuaba. Me senté sobre la tapa del inodoro y comencé a masturbarme con la mano derecha y con la izquierda sacaba el semen de mi cara y lo llevaba a mi boca, me lamía los dedos con placer. Pensaba en lo cerca que había estado la verga de Franco de mi boca. Tan cerca… y tan dura… tan grande, mi concha se llenaba de fluidos y el sabor a semen me enviciaba. Siempre fui bastante reservada en ...
    ... temas sexuales, pero tuve varias parejas en mi vida y con ellos experimenté varias cosas, incluso el sexo anal. Levanté mis piernas flexionando las rodillas, humedecí mi ano con los jugos que salían de mi sexo. Me metí un dedo en el culo mientras con la otra mano me frotaba el clítoris. Me ardió un poco ya que hacía tiempo que no me masturbaba por allí. Estuve unos cinco minutos así hasta que llegó un rico orgasmo. Mientras acababa no pude evitar pensar en el gran problema que tenía con mi hijo.En los días siguientes la situación empeoró en gran medida. Franco ya no tenía miramientos de dónde y cuándo se masturbaba, lo hacía a cualquier hora y en cualquier lugar, lo único que había conseguido con mis regaños era hacerlo acabar en una servilleta de papel y que cuidara los muebles y la alfombra. A mí me ponía sumamente incómoda verlo haciendo eso.Pasó el tiempo. Un día estábamos como de costumbre mirando televisión y él se sentó al lado mío en el sofá, a los 20 minutos sacó su verga y comenzó a tocarse. Ya me había acostumbrado a que lo haga, a veces lo miraba de reojo. Lo cierto es que con su terapia de shock me había curado de espanto. Hasta me estaba pareciendo normal verlo masturbándose. Pasaron unos minutos y vi que seguía tocándola con ganas pero no se le paraba.- ¿Te pasa algo? – le pregunté señalando su pene. Por lo general se le ponía dura enseguida.- No sé, ni idea. No se me para.- Ay hijo, es que estás todo el día tocándote, llega un momento en que tenés que dejarla ...
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