Problemas con mi Hijo
Fecha: 23/12/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... descansar – no podía creer que ya estuviera hablando con normalidad sobre sexo.- Pero si no me pajeé en todo el día. Y ayer tampoco – era cierto, no recordaba haberlo visto en las últimas horas.- Mmm, que raro, a tu edad no creo que haya problemas de impotencia, al contrario. Aunque puede ser que la masturbación ya no te estimule como antes. Necesitás algún otro incentivo – me sorprendí a mí misma, sonaba como algo que diría mi amiga Claudia.- ¿Qué tipo de incentivo? – me preguntó sin dejar de tocarse.- No sé, como mirar fotos eróticas o algo así – recordé que su computadora estaba rota y la estaba arreglando el técnico, no podía conectarse a mirar pornografía - Comprate alguna revista erótica, yo te doy permiso, pero que no sea muy zarpada ¿eh? – me reía de mi misma, de pronto me había convertido en una sexóloga, casi me sentía superada.- No mamá, me da vergüenza ir a comprar esas cosas.- Yo no la voy a comprar por vos. Agradecé que te doy permiso… y que te di la idea… también me va a tocar darte la plata para comprarla…- Ya sé cómo podrías ayudarme sin que compremos ninguna revista – me interrumpió - ¿Me dejás ver tus tetas? – la pregunta me tomó desprevenida.- ¿Mis tetas? Claro que no, soy tu madre, ¿cómo te vas a pajear mirando las tetas de tu mamá? Estás loco Franco.- Por favor, si yo total imagino que son las de otra persona, al fin y al cabo son tetas, todas las mujeres tienen.- Pero hijo… no me parece… es algo…- Es por un ratito nomás, ¡porfis! – me partía el alma ...
... verlo insistir tanto.- ¡Ay Franco! Bueno, está bien, pero sin tocar, mirás desde ahí.Me quité la blusa quedando en corpiño y él se acomodó para poder verme de frente con la verga en mano. Lentamente puse las manos en la espalda y desabroché mi corpiño, mis tetas son grandes y quedaron colgando delante de él con sus marrones pezones tan marcados. Franco abrió mucho los ojos, comenzó a pajearse y en unos segundos se le paró como solía hacer siempre. Me sonrió alegre porque el método había funcionado. Hasta yo sonreí por ver que se le estaba poniendo dura, toqué mis tetas desde abajo haciéndolas saltar un poco. Él se masturbaba con ganas, parecía estar disfrutando mucho. Para incentivarlo un poquito más subí mi falda un poquito, no se me veía la bombacha pero si las piernas casi en su totalidad, sus ojos subían y bajaban asombrado por lo que veía y se pajeaba cada vez más rápido. Agarré mis tetas y las levanté y empecé a hacerlas saltar otra vez. Veía como con sus dedos llevaba saliva desde su boca a su glande y seguía pajeándose sin darse tregua, yo pellizcaba mis pezones. Debía admitir que todo eso me ponía un poco cachonda.- Mamá, ¿Dónde acabo? No traje la servilleta – me dijo.- Ay hijo, lo hubieses pensado antes, para colmo a vos te salen doscientos litros de leche. Pero ni se te ocurra tirarme todo en la cara otra vez.- ¿Y en las tetas? – preguntó, pude ver pos su expresión que faltaba poco para que acabe, ya imaginaba mi hermosa alfombra llena de semen.- Ay Franco… las cosas ...