1. Silvia ya no es una niña (I)


    Fecha: 23/12/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... excitó muchísimo…la tenía.
    
    Adriana: ¿Cómo la tenía? Grande, verdad,
    
    Silvia: Gigante.
    
    Adriada soltó una carcajada.
    
    Adriana: No hay duda, has tenido un sueño erótico con tu padre.
    
    Silvia: Entonces yo me coloqué cerca de él y comencé a acariciarme. Los dos nos masturbábamos, mirándonos el uno al otro. Yo quería tocarle paro él no me dejaba. Al final se corrió encima de mí. Comenzó a tirar mucho semen sobre mis pechos y eso…mmm…eso me gustó muchísimo.
    
    Adriana: Normal en tu padre, conmigo siempre hace lo mismo, le gusta mirarme y después me eyacula encima. Incluso a veces lo hace en mi cara o dentro de mi boca.
    
    Silvia: ¿En tu boca? ¡Puajjj….!.
    
    Adriana: Buneo, según como lo mires no da tanto asco. A mi la verdad, me entusiasma. Hay muchas mujeres que no lo soportan pero a mi me parece muy excitante. Algún día cuando tengas tu primera relación podrás comprobar si te gusta o no. El sabor no es muy bueno pero notar como el chorro de semen entra en tu boca es realmente increíble. Pero, continúa, …se la…chupaste?
    
    Adriana noto ...
    ... que sus braguitas también estaban muy mojadas. Dios, la excitación era máxima. Desde su posición podía ver que su niña tenía los pezones muy duros y relataba la experiencia como si la hubiera tenido de verdad. ¡Se estaba excitando mientras su hija le relataba un sueño erótico con su padre! Decidió tomárselo como lo que era, simplemente un sueño erótico que ambas disfrutarían.
    
    Silvia: No. No se la chupé. Pero he de confesarte que cuando se corrío y el semen golpeó mis pezones me gustó muchísimo.
    
    Adriana: Si es que en el fondo eres igual que yo.
    
    Adriana se levanto le volvió a dar un eso en la mejilla y comenzó a preparar el desayuno.
    
    Adriana: Bueno yo creo que deberías cambiarte ya que vas a llegar tarde al instituto. Lo importante es que te lo hayas pasado bien, que para eso están los sueños.
    
    Silvia, más tranquila y contenta, se fue a cambiar y Adriana aprovechó para entrar en el baño y hacerse un dedo que pasó a la historia. El sueño la había dejado perpleja y realmente excitada, aún sabiendo que en realidad, era sólo eso. Un sueño. 
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