1. Sábado de tarde en tu casa


    Fecha: 15/09/2017, Categorías: Hetero Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos

    ... dije:
    
    --“Ayy , mi amor, y ahora ¿qué hago?”, mirándote a los ojos, mientras vos me mirabas mi colita, y tus ojitos bailaron, diciéndome:
    
    --“Bueno, mi vida, quedate, así como estás, para ponértela mejor”.
    
    Te acercaste, me tomaste de la cintura empujándome hacia vos, por lo que sentí en mi cola tu bulto a través del pantalón. Doblé mi cabeza hacia mi hombro derecho abriendo mi boca para recibir un amoroso beso de lengua. Y así besándonos, me fui dando vuelta hasta quedar frente a frente, y empecé a desabotonarte los botones de tu camisa, pasando mi mano derecha por todo tu pecho, tus tetillas, tu ombligo y luego bajándola por dentro de tu pantalón hasta tocar tu pene, que ya estaba bastante duro y calentito. Saqué mi mano de tu pene muy lentamente, subí nuevamente por tu pecho, y comencé a sacarte la camisa. Cuando tiré la camisa arriba de la cama, te besé otra vez, besándote además ambas tetillas y absolutamente todo tu robusto torso, y fui arrodillándome para poderte besar el ombligo.
    
    Al llegar a éste, comencé a aflojarte el cinturón del vaquero, luego desabroché el botón de éste, y comencé, mientras levanté mi vista para mirarte, a bajarte el cierre del jean. Una vez abierta la bragueta del vaquero, empecé a bajarte muy lentamente el jean. Mientras te lo bajaba, comencé a besarte el bóxer, y cada vez que bajaba el jean, también lo hacía mi boca por sobre el bóxer agarrando con mis labios, tu duro pedazo que estaba enhiesto y apretado con tu bóxer, por lo que ...
    ... sobresalía tu glande por fuera del bóxer.
    
    Le pasé la lengua varias veces al tan “jugoso y lubricado” glande. Una vez que te lo estaba besando, te bajé totalmente el jean, te lo quité y me dediqué a bajarte rápidamente el bóxer, que al estar tan cerca, mi cara contra tu pedazo, éste me pegó de golpe en la cara al quedar totalmente liberado. Otra vez te miro desde allí abajo, con nuestras miradas nos entendimos perfectamente, agarraste tu pene con tu mano derecha y me lo llevaste a mi boca, para que te lo chupara. Que por supuesto, ipso facto hice. ¡¡Qué chupada te hice!!
    
    --“Así, así”, me dijiste, “que divino que me lo chupás.. seguí mi putito, seguí por favor no pares pasale la lengua… así... así… así...”
    
    Y yo con cada palabra tuya recuerdo que más me calentaba y más rápido te lo chupaba, me lo llevaba hasta mi garganta, y en determinado momento, me empezaste a coger por la boca, y ahí sí… me quedé quietito, te dejé que me cogieras por la boca. Y me cogías primero despacio, para llegar a cogerme rápido y firme, hasta que:
    
    --“Ayyy…mi putito, ahí voy… está por salir la lechita… ¿la querés?”
    
    Y yo te contesté afirmativamente de la única manera que podía contestarte, moviendo mi cabeza para arriba y para abajo, con lo que me dijiste:
    
    --“Ayy así… mi vida, así,, movete así… que ahí voy... ya... ya... sale aaahhhhggg”, y empezaste a expulsar dentro de mi boca, el elixir más delicioso que he probado en mi vida. Cada contracción rítmica tuya, significaba una expulsión de ...