1. La tía Mari 2


    Fecha: 26/12/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    «Pero de esto ni una palabra a nadie, voy al baño que me removiste todo dentro con semejante coso que me metiste por el chiquito», me dijo Mari, bajando muy apurada. Yo bajé también mas tranquilo, disfrutando mentalmente como habíamos cogido con la tía de mi mujer. Agarré una cerveza, un vaso y volví a subir a esperar a que vuelva Mari. «Salud», le dije dándole el vaso con cerveza, bebiendo como beben ellos, del mismo vaso. «Salud?, no sabes lo que me duele el ano, vi las estrellas cuando hice caca», me dijo devolviendome el vaso, «pero bien que disfrutamos, o me vas a decir que no te gustó tenerla adentro», le dije y seguimos bebiendo, «bueno sobrino, para que negarlo, no todos los dias me como semejante coso por el chiquito», me dijo con una sonrisa en los labios, «pero que nadie se de cuenta de lo que hicimos», me dijo guiñandome un ojo, «de lo que hicimos?, no lo vamos a volver a hacer?», le dije agarrando una de sus enormes tetas, «quieto, y ya veremos si lo hacemos de nuevo», me dijo haciendo que deje de tocarle las tetas, «quiero irme a un hotel con vos, quiero tenerte toda desnuda en la cama y poder cogerte bien, por eso sos mi tía preferida», le dije y seguimos bebiendo hasta terminar la botella, «pero acá no podemos, a mí me conoce mucha gente, no te olvides que mi esposo fue alcalde», me respondió y escuchamos que mi mujer llamaba de abajo. Le dije que suba con otra botella y ahora seguimos bebiendo los tres. «Fede, vamos a pasar el día con mi padre y volvemos ...
    ... mañana?», me invitó Lorena, mi mujer, «no amor, mejor andá sola, sabes que tú padre y yo no nos llevamos bien, acordate lo que habló de mi», le dije. Acompañamos a mi mujer a tomar el auto bus y se fue, teníamos todo el día para estar con la tía. «Mari, llama a tú marido y decile que vamos a ir de excursión», le dije a Mari, «tú estas loco verdad, a donde quieres ir conmigo?», me dijo Mari abriendo sus ojos. «No queres volver a tener mi pija para vos sola todo un día?», dije pasando la punta de mi lengua por los labios. «Lo hago solo porque eres mi sobrino favorito», me dijo riendo y ella saca su celular y le avisa a su marido que ibamos a visitar centros turísticos y museos, que volveríamos tarde y si nos quería acompañar. «Pero Mari, para que le decis que nos acompañe?», le dije sorprendido, «porque se que no iba a querer, ahora estamos tranquilos, vamos a tomar un taxi que nos lleve», dijo Mari y subimos a uno que tardo algo más de media hora en llegar. Estábamos en otra ciudad, pero más parecía un pueblo grande. Íbamos tomados del brazo, caminando, buscando un hotel, hasta que vi un cartel que decía pensión y ahí nos dirigimos. Alquilé una habitación con baño privado por todo el día, la tia Mari no quería dar cara, se notaba que estaba muy nerviosa. Entramos en la habitación y la empecé a besar, ella estaba como asustada, no respondía a mis besos ni a mis caricias. «Estoy loca, tengo que estar loca, metida en un hotel, engañando a mi esposo, a punto de cachar con mi sobrino, ...
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