1. Mi baúl de los recuerdos (Juan un hombre maduro de 40)


    Fecha: 15/09/2017, Categorías: Gays Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... Perversidad de saber que un hombre me deseaba. Chupo tanto como quizo, mi pene, los huevos, el estomago. Hacía círculos con su lengua en mi ombligo y luego bajaba milímetro a milímetro hasta llegar a la verga. Me daba un placer inmenso que me hacía lanzar gemido tras gemido. Cuantas veces levante mi rostro al techo como si buscara ahí la respuesta de porque tanto gozo de que me la mamara un hombre de cuarenta. -Quitate la ropa – me pidió con un tono de voz que no ocultaba su excitación – Me baje los pantalones totalmente y el me ayudó a sacarlos. Me quité la camisa quedando como Dios me mando al mundo. Juan me miraba como si no creyera que tenía carne fresca a su alcance. De nuevo, afianzó mi pene y cómo si estuviera adivinando empezó a preguntarme cuánto media. - Te mide 20 cm – decía – - No - Mentiroso. 19? - No - 18? – preguntó arrastrando las palabras- - No - Vamos. Dime cuánto. Está bien grande. Parecía un niño con juguete nuevo. Su mano firmemente afianzado a mis 17 cm de verga, considerando la medida por encima del pene, midiendo por la parte de abajo donde están los huevos medía más, 18 o 19 quizá Juan parecía más que complacido con lo que tenía en sus manos. Tanto que otra vez lo vi tragárselo en la boca, haciendo que de nuevo doblara mi espalda hacia atrás y otra vez buscará respuesta en el techo por lo que sentía. Empecé a cogerlo por la boca, suave, como si en cada penetrada quisiera sentir esa calentura y el roce de su lengua en mi glande. Gemíamos los dos. Mis ...
    ... manos en su cabeza marcando el ritmo. El tiempo y el espacio habían desaparecido, que nos importaba el clima (Seguía el calor) o el hecho de que los dos éramos del mismo sexo. Sin hablar supimos que era el momento, Juan se quitó su camisa dejando ver ese pecho de macho adulto, peludo, complexión fuerte, de hombre maduro. Se bajo los pantalones, no traía calzoncillos. Tenía un pene normal diría yo, aunque un tanto más chico que el mío. Flácido y con el glande cubierto. Creí adivinar que era virgen. Una espesa mata de pelos adornaba sus partes íntimas. Me besó en la boca, haciéndome sentir por primera vez el sabor de un hombre. Su lengua jugaba con la mía. Ahora fui yo el que empezó a lamer su cuerpo, sus tetitas, el cuello. Lo gire dejándolo de espaldas a mi y lo bese por toda la extensión de la columna vertebral hasta llegar a su cola. Se inclinó como si supiera que iba a chuparle el culo. Al contacto de mi lengua en su ojete suspiro como si el alma se le escapaba del cuerpo. Le mame la raja de sus nalgas de estreno a extremo. Mi lengua traviesa horadaba la entrada de su ano haciendo que emitiera pujidos de placer. Me agaché un poco y aunque nunca lo había hecho con alguien más empecé a juguetear con la bolsa de sus huevos. No pude detenerme y me las metí a la boca chupando sus bolas. Pude sentir que sus piernas flaqueaban. Seguía atrás suyo, me paré y suavemente lo empuje hasta dejarlo apoyado sobre la cama. Me agarré a sus caderas y con mi mano derecha coloque mis 17 cm en ...