1. Una madre muy caliente


    Fecha: 30/12/2019, Categorías: Intercambios Autor: Heraldo, Fuente: CuentoRelatos

    ... vas a tener. Ya era suficiente de ese jueguito, era hora de hacer algo y rápido
    
    "Sabes, va ser mejor que te saque el pantalón para medir las partes que tienen que achicar"
    
    Antes de que su hijo hablara Julieta desabrochó el pantalón y se lo bajó hasta las rodillas, dejando a la vista de ambos la media erección que traía Jaime. Este se quedó congelado, sin decir nada. Julieta en cambio, miró el bulto que se formaba y le susurró al oído
    
    "Parece que necesitas ayuda, dejame darte una mano con eso"
    
    Bajó los calzoncillos de su hijo, rozando lentamente las manos contra sus piernas. Jaime se sentía a gusto con lo que estaba pasando, así que la dejó hacer. Julieta pasó sus manos hacia delante, tomó el pene y comenzó a masturbarlo pausadamente. Jaime sentía gustoso el ir y venir de la mano sobre su pene, y de la otra que sostenía los testículos. Julieta no perdía detalle de lo mucho que disfrutaba el niño. A los pocos minutos las rodillas de Jaime comenzaron a temblar en medio de sensaciones muy placenteras, cada vez más intensas. El pobre no pudo aguantar más y explotó en un orgasmo prolongado y divino. Su semen saltó con mucha fuerza, en un abrir y cerrar de ojos quedó postrado contra el piso.
    
    "Parece que le gusto las caricias que le di ¿no?"
    
    "Ehmmm... sí"
    
    La mano de Julieta siguió acariciando el miembro empapado de su hijo, aún firme, esperando otro orgasmo. De repente el timbre interrumpió. Ambos se exaltaron y se separaron rápidamente. Jaime corrió hacia su ...
    ... pieza, mientras que Julieta se acomodó un poco la ropa para atender la puerta, olvidando que su mano estaba bañada. El cartero dejó un paquete y se retiró sin percatarse del pequeño detalle, suerte para ella.
    
    Mientras, Jaime yacía en su cama, dándose cuenta que le habían hecho la mejor paja de su vida. Algunas horas pasaron y Jaime seguía en su habitación, mientras Julieta repasaba en su cabeza una y otra vez lo que había pasado. Sí, había masturbado a su hijo, y sí, le había gustado mucho hacerlo
    
    "Es mejor que siga jugando un poco más con él, lo hacemos una vez y se le pasa la calentura" pensó Julieta.
    
    Ya había dado el primer paso. Estaba segura que con otra sesión más Jaime estaría satisfecho y abandonaría esas estúpidas fantasías. Pero era suficiente por ese día, la mañana traería más esperanzas y nuevas ideas. Esa misma noche Julieta se masturbó aún sin desearlo entre sus sábanas, recordando la dureza del miembro de Jaime y el charco que lanzó gracias a sus toques, finalmente se durmió.
    
    La mañana siguiente la despertó con un sol radiante que entraba por la ventana. Ella se levantó y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno. Al rato Jaime se despertó también, y enseguida recordó lo que había pasado el día anterior. Aunque parecía un sueño era lo más real que le había sucedido, real y placentero. Cuando terminó de usar el baño fue hacia la cocina y se encontró con su madre. En ese momento ella le daba la espalda, llevaba puesta una camiseta mangas larga de ...
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