1. Una madre muy caliente


    Fecha: 30/12/2019, Categorías: Intercambios Autor: Heraldo, Fuente: CuentoRelatos

    ... color blanca y una bombacha negra que hacía notar perfectamente su bote bien formado. Jaime miró los atributos de su madre, y maravillado por ellos comenzó a sentir calor. De repente la situación lo superó, fue por detrás de su madre y la apoyó sin ninguna contemplación. Las manos rodearon los pechos de Julieta y comenzaron a acariciarlos. Ella pudo sentir el pene duro contra sus nalgas, metiéndose cada vez más profundo en su raya, luchando por penetrarla.
    
    "¿Pero qué estás haciendo Jaime?"
    
    "Te estoy devolviendo el favor madre"
    
    "¿Ah, sí? bueno, espera que te ayudo un poco"
    
    Julieta entonces arqueó su espalda, para que su cola sobresaliera más, con muchas ganas empezó a moverla sobre el miembro duro de Jaime. Con una mano entre sus piernas corrió la bombacha hacia un lado e instintivamente comenzó a tocarse los labios vaginales y su clítoris.
    
    "Mmmm que rico que es esto, como me gusta" decía Julieta.
    
    Sin darse cuenta había caído víctima de su propio juego, uno que hubiese querido jugar tiempo atrás. Le gustaba mucho la idea de que su hijo la viese como objeto de placer, eso era lo que la obligaba a hacer lo impensable. Jaime no perdía tiempo, ya había levantado la camiseta que cubría los pechos de su madre y estaba acariciando sus pezones, duros hasta más no poder. Julieta cruzó una de sus manos y comenzó a apretar la cabeza del miembro de Jaime.
    
    "Hijo, vayamos a un lugar más cómodo ¿sí?"
    
    "Está bien"
    
    "Ven, vamos a mi pieza"
    
    Julieta, sin soltar el ...
    ... pene que sobresalía del bóxer de su hijo, lo guio hasta su pieza. Algo apurada hizo que Jaime se acostará en la cama, con su pene apuntando hacia el techo. Con mucha desesperación Jaime se quitó los calzoncillos y los tiró hacia el piso. Julieta lo miró con cara de pervertida, chupó uno de sus dedos y dijo:
    
    "Ahora vas a sentir la lengua que ayer te quedaste con ganas de sentir".
    
    Acercó una de sus manos hacia el miembro y lo rodeó con su palma. Sin esperar nada se lo llevó a su boca y lo chupó como si se tratase de un helado en el día más caluroso del año. La boca de Julieta devoraba sin cesar el miembro de Jaime, que entraba hasta el fondo y luego salía sólo para volver a entrar de nuevo. El calor agobiaba a ambos, llenos de fuego que debían liberar de una forma u otra. Julieta quitaba el miembro de su hijo y jugaba con su glande, chupaba un poco sus huevos y luego lo volvía a meter dentro de su boca. Su mano nunca dejaba de moverse, de arriba hacia abajo y viceversa, acompañando los movimientos de su boca. Jaime sentía el hormigueo que le causaba la lengua de su madre, pero él no era uno de esos que tiene mucho aguante, el orgasmo estaba muy cerca.
    
    "Ahh ahhh aaahhh aahh" empezó a gemir.
    
    Julieta sabía que iba a explotar de un momento a otro, así que apretó sus labios más fuerte y chupó con más esmero. Justo en el momento en que Jaime llegaba al orgasmo sacó el pene de su boca y comenzó a masturbarlo, corriendo la piel que cubría el glande frenéticamente. ¡Splash! el ...