1. Historia de Juan mi "cliente" y su madre


    Fecha: 31/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Hardcore, Autor: delmos2007, Fuente: xHamster

    ... quieras que sea y haré todo lo que me pidas hijo”.Yo, al oír esto me coloco detrás de ella de rodilla entre sus piernas, la hago abrir esta el máximo que puede, la agarro por sus caderas y le introduzco esta vez sin tanta delicadeza mi polla dentro de su peludo coño (entrando ya sin problemas) con mi madre a cuatro patas como toda una perra. La imagen era ahora todavía más morbosa si cabe. En esta posición la imagen que daba mi perrita era excitante y muy morbosa, sus grandes tetas la colgaban llegando casi a rozar la cama, y podía apreciársela también su barriguita (que como he dicho antes no era grande, pero al estar en esa posición agachada la colgaba algo), y su esplendido y gran culo ante mi rozando mi cuerpo. Comienzo a bombearla con fuerza y más rápido que la anterior follada. La metía pollazos tremendos. El sonido de mis cojones chocando y tocando una y otra vez su hermoso pandero se oía en toda la habitación. Y yo, mientras la follaba le decía: "Anda guarra, golfa como te gusta que te follen y te traten de esta forma, como lo que realmente eres, toda una puta perra. Si te viera en estos momentos tu marido, Miguel los cuernos que le estas poniendo con tu propio hijo. Joder ramera asquerosa ojala te quede preñada esta tarde o en estos días que no está el cornudo de tu marido” Mi madre, al oír estas cosas, parece que se ponía aún más cachonda, pues culeaba con más fuerzas, intentando que le entrara mi verga hasta su útero. Yo al verla su calentura y sus ganas de que la ...
    ... entrara bien a dentro, fui acelerando el ritmo del mete y saca y también comencé a azotarle con mis manos su hermoso culo, viendo como poco a poco se le iba enrojeciendo con mis azotes (esto hace que me excite muchísimo), quería hacerla ver que aunque ella era mi madre, el que realmente mandaba allí en esos momentos era yo.A continuación, empecé a tirarle del pelo con una mano, como si fuera la rienda de un caballo, hasta hacerla girar la cabeza para que me mirara y cuando lo hacía la comencé a tirar escupitajos que chocaban contra su bella cara y la resbalaban por toda ella hasta la comisura de sus labios, ella como buena perra sacaba su lengua y se los relamía tragándoselos, mientras que con la otra seguía apaleándole bien el culo. Así parecía que estaba montando a esa furcia en todos los sentidos.No habrían pasado ni siete minutos desde que había comenzado a follarla, tipo perro, cuando noté que de nuevo se corría la guarra. Entonces apreté el ritmo de la follada y además le cogí sus tetas con las manos y se las apreté fuerte. El orgasmo que alcanzó fue más grande que los anteriores si cabe, a tenor de los gritos que soltó y de la cantidad de flujo que echo. Yo al verla así me anime aún más en mi follada y no deje de metérsela y sacársela sino que aumente la fuerza y ritmo de la misma. Consiguiendo con ello que ella entrará en una etapa en la que no podía parar de encadenar un orgasmo tras otro. Tras cada uno de sus orgasmos, parecía calmarse pero, pero con el bombeo que ...
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