1. Las hermanastras (Parte II)


    Fecha: 04/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... respondió.
    
    -No creo que esas dos chaladas mataran a nadie.
    
    Jerónima, preguntó:
    
    -¿Las conocéis?
    
    -Sí, son dos amigas nuestras.
    
    -¿Novietas?
    
    -¡Qué va!
    
    Alpidia, también quería saber.
    
    -¿Cómo son físicamente?
    
    -Rubias, de ojos azules, muy guapas y muy lesbianas.
    
    -¿Y ladronas?
    
    -Sí, las chavalas tienen dos recortadas, pero las llevan siempre descargadas. Imposible que mataran a nadie.
    
    Esteban parecía preocupado.
    
    -Pues les van a caer 30 años por algo que no hicieron.
    
    Jerónima y Alpidia se miraron. Tenían que hacer algo. Y lo harían.
    
    Esa noche, con la disculpa de que era muy tarde, Alpidia se quedaba en la casa de Jerónima. Pedro, le dijo a Esteban:
    
    -Puedes dormir conmigo, Esteban, la cama es ancha.
    
    Esteban sabía que si lo invitaba a dormir con él era para follar. Sorprendió a Pedro, al decirle:
    
    -Vale, así no dormiré sólo en casa.
    
    Diez minutos más tarde...
    
    En la habitación de Jerónima. Las hermanastras se besaban y se iban desnudando. Alpidia le dijo a Jerónima:
    
    -No podemos hace ruido.
    
    En la habitación de Pedro, (la casa sólo tenía dos dormitorios y estaban pegados) los primos se besaban y se desnudaban. Se metieron en la cama. Se volvieron a besar... ...
    ... Esteban le chupó la polla a Pedro que con un dedo jugaba con el agujero del culo de su primo, y con la otra mano lo masturbaba. Luego fue Pedro el que se la chupó y masturbó a Esteban. Esteban cogió miedo.
    
    -¿Y si duele mucho?
    
    -¿Voy a buscar manteca a la cocina?
    
    -Vete.
    
    Pedro, al rato, volvió con la manteca. Esteban le untó la polla con ella. Metió un dedo untado en su culo, se puso a cuatro, y le dijo:
    
    -Dame.
    
    Pedro untó una mano con la manteca, cogió la verga de su primo y masturbándolo le fue clavando sus gordos 20 centímetros con mucha suavidad. Estaban disfrutando los dos una cosa mala... Poco después, Esteban, le dijo a su primo:
    
    -¡Ostias, Pedro! ¡Qué bien lo haces! ¡Si no paras me corro!
    
    Pedro, no paró. Esteban le llenó la mano de leche con una espectacular corrida y él le llenó de leche el culo a su primo.
    
    Acabaran de correrse y oyeron en la habitación de al lado:
    
    ¡¡¡Me corro, Alpidia!!
    
    -Calla, loca, calla que te van a oír.
    
    -¡¡¡Oooooh!!!
    
    Pedro le dijo a Esteban:
    
    -¿Vamos a follarlas? Así te desvirgas con una mujer.
    
    -Tú no estás bien de la cabeza...
    
    -Yo ya las follé la semana pasada.
    
    -¡¡Vamos!!
    
    Continuará.
    
    Se agradecen los comentarios buenos y malos. 
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