UNA LINDA HISTORIA 6
Fecha: 05/01/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues
... diga, señora Paula… ¿qué pasaría si Eric no apareciera más? ― Suuu… pongo que sus chicas… se perderían…por lo menos, las que chantajea…aaaaahhh… eres un borrico, cariño… la organización buscaría otro… gancho y ya está… Giro y la dejo caer sobre la cama. Pongo en marcha mis caderas, con un ritmo lento. ― ¿Y usted, señora Paula, qué es usted para la organización? – le pregunto mientras ella intenta alcanzar mi boca con su lengua. ― Controlo a las putas… las de esta casa y otras…quédate conmigo y las tendrás a todas… serás el chulo mayoooor… te las follarasss a todasssshiiiii… ― ¿Te gustaría tener esta polla para siempre, eh guarrona? – susurro mientras aumento las embestidas. ― Ooh si, claro que siiii… ooooh, dulce santa madre de los malditos… jamás… ― ¡Dilo! ― Jamás me… habían machacado… así… Sus manos se aferran a mi cuello, con fuerza, para poder levantar más las piernas, ya que no queda más espacio para mi polla. Atrapo su lengua con mis labios y tiro de ella, con fuerza. Gruñe como un animal. Está totalmente entregada a sus sentidos. ― ¡Córrete! ¡Córrete ya, que quiero meterla en tu culo! ¿Lo soportaras? ― Si, si… oh siiii… ya, cariño mío, ya me corro… me corrooo… ¡¡ME CORROOOO!! Un auténtico mal de San Vito recorre su cuerpo, agitando caderas y piernas, entre estertores. La saco y le doy la vuelta. Tiene buenas nalgas, amplias y redondas. Ella alza la cabeza en cuanto se recupera algo. ― ¡Espera, espera! ¡En seco no! – exclama con miedo. Se arrastra por la gran cama hasta ...
... alcanzar una de las mesitas de noche, de donde saca un tubo de crema lubricante. ― Deja que te la ponga en esa magnífica polla, cariñito. Ella misma se mete un dedo en el ano, lleno de crema. Se nota que está acostumbrada porque enseguida dilata el anillo del esfínter. ― Con cuidado, eh, Jesús, que lo tuyo no es una polla, es un obús – murmura, pero sus ojos parecen decir lo contrario. Es mi primera sodomía y me cuesta meterla, aún con una señora tan experimentada. El ano es mucho más estrecho que una vagina y no está apenas lubricado. Hay que abrir camino lentamente, y dejarlo despejado y resbaladizo. La señora Paula muerde las sábanas de seda, de color salmón y huevo. Mi polla la está matando, pero no protesta lo más mínimo. ― Lento… lento… así… Jesús. Hasta que la metas toda… la quiero toda dentro… ― Si, señora. ¿Empujo? ― Si, un poco más… ñññggghh… para, para… déjame descansar. Métela de un tirón. No le hagas caso. Le gusta que le hagan daño. “¿Cómo lo sabes?” He conocido a otras como ella. Son controladoras y frías con sus allegados, pero cuando sucumben a la lujuria, sale su verdadera condición. Son autoritarias porque en el fondo no son más que unas putas esclavas sin freno. Es una forma de compensar o de esconderse. ¿Comprendes? Ella ya se te ha entregado, es tuya para lo que quieras, mientras te recuerde. ¡Dale con fuerza! Se la clavo de un tirón, sin miramientos. La señora aúlla con fuerza. Se estremece toda, babea y llora a la vez. ― Ca…brón – apenas puede hablar. ...