1. UNA LINDA HISTORIA 6


    Fecha: 05/01/2020, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... ― Si, tu cabrón, recuérdalo – le digo al oído, embistiendo con rapidez en su culo. ― Si… si… mi niño… Pinzo su clítoris con dos dedos, con fuerza, y lo retuerzo. Un sonido estrangulado surge de sus labios. Su cabeza cae sobre la sábana, sin fuerzas, abandonado a lo que le hago sentir. Siento que mi orgasmo es inminente. Azoto con mucha fuerza sus nalgas, un par de veces. Alza de nuevo la cabeza con presteza mientras jadea con fuerza. Sus nalgas adoptan un ritmo vertiginoso, follándome a su vez. Descargo al menos cinco veces en su culo, mientras mis dedos tironean de uno de sus pezones. Ella rinde la espalda y cae de bruces sobre la cama, estremeciéndose toda. ― Soy tu puta… soy tu putaaaa… toda una putaaa – la escucho decir bajito. Tras unos minutos de descanso, la señora Paula me limpia la polla con unos pañuelos humedecidos en colonia y nos vestimos. Ella tiene una extraña sonrisa en los labios. Me acompaña hasta la puerta, cogida de mi brazo, tras darme el número de móvil de Eric, el móvil laboral. No me sirve de mucho, pero no se lo voy a despreciar. ― Y recuerda, Jesusín, cariño, si Eric no puede ayudarte, vente por aquí, que yo te apadrino en la organización, con mucho gusto – me dice, dándome un tierno beso como despedida. Hay buenas noticias cuando regreso al piso. Pam ha conseguido que la chica de servicio de la finca de los padres de Eric, le confirme que toda la familia está allí. Si, el “guapo modelo” también, palabras textuales. Les digo lo que ha averiguado en ...
    ... el burdel, aunque me callo la forma como he conseguido la información. Las chicas me miran, contritas. ― Tengo que ir. No hay más remedio – respondo cuando me doy cuenta de cómo me miran. – El único que puede hacerte daño es ese chulo. “Muerto el perro, se acabó la rabia”. ― Pero estás hablando de matar a una persona – insiste Pam. ― Yo no lo considero una persona. ― Pero es peligroso. Algo puede salir mal – Maby también tiene dudas. ― Entonces, ¿qué proponéis? ¿Nos quedamos aquí, a esperar que se recupere y vuelva a por ti y por mí, mucho más preparado, con ganas de vengarse? ― No, no – se echa Maby en mis brazos. – Cariño, eso jamás. Si hay que hacerlo, se hace. Por eso vamos a ir contigo. Pam asiente, dando su brazo a torcer. ― ¡Ni de coña! ¡Esto es cosa de uno solo! Si algo sale mal, ¿quereis que vayamos todos al talego? Eso no es juicioso. Yo estoy más preparado físicamente, así que yo voy. Las chicas bajan la mirada. No pueden discutir mi lógica. ― Entonces, tengo que salir ya. Son las seis de la tarde. Tengo casi cinco horas hasta Seira, puede que algo más con esas carreteras de montaña. Necesito un par de mantas para no perder demasiado calor durante la vigilancia. Una buena linterna, un termo, una pala y una palanqueta. Mejor ir preparado. Bajo a la ferretería y, de paso, llenaré el depósito de la camioneta. ¿Me preparáis unos sándwiches y un poco de café? ― Claro – dice Pam, dándole un codazo a Maby, que me mira embelesada. Salgo de Madrid sobre las ocho de la tarde. ...
«12...91011...15»