1. Perversión: el deseo de David.


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... saqué el regalo navideño que me pidió comprase en un lugar cerca de mi casa, una costumbre que tenemos y que yo adoro, pues de una manera infantil y ridicula, se emociona, salta un poco y, como ya dije, me abraza, creando un momento gentil e inocente para ella, pero perverso y muy erótico para mi. No fuí disimulado con ella nunca, siempre dejé claro que sus abrazos me exictaban, no lo escondí pues siempre era dentro de su departamento y a solas, con mi novia en su escuela. Y algo reqlmente me pareció curioso, ella siempre lo hacía cuando su hija no estaba, ademas tambien me tocaba mas en la ausencia de mi novia. Y es que uno nota cuando lo tocan constantemente por curiosidad y yo decidí que esas acciones representaban su deseo. Lo deicdí así para poder manipularla en este abrazo, en el primer dia de las vacaciones de navidad. Ella saltó hacia mi, yo esta vez la tomé por la cintura, restregó candidamente sus pechos sobre mi, pero esta vez yo no dejé de mirarla. La cercanía de su rostro con el mío lo dejó claro, esta vez le mostré todo mi deseo con esa mirada, no hubo marcha atras. Ella se sorprendió un poco y quiso terminar el abrazo. Yo no lo permití, le pedí que me abrazara mas de una forma tontorrona e hice fuerza en mis brazos, la pegué fuertemente a mi y al mismo tiempo restregué mi paquete ya abultado contra su pelvis, para que sintiera un poco de ese placer complice del que yo siempre disfrute. Indudablemente lo notó y pude entender perfectamente que fue lo que pasó ...
    ... con ella. Lo disfrutó, realmente me deseaba, mas de una vez lo había hecho a propósito, pero siempre se sintió culpable por desear al novio de su hija. Así mismo pasó en ese momento, se relajó y gozó mi pene en su pelvis, pero unos segundos despues (bastantes a decir verdad) se soltó de mi, con una sonrisa nerviosa y se fue a la cocina. Joder, estaba impresionante ese día. Llevaba unos leggins sumamente entallados, obviamente comodos y en definitiva para no salir de casa, pues a la mas minima inclinación se transparentarían, adrmas de una blusa floja y sin escote, pero que al agacharse podría contemplar perfectamente sus pechos. Lo sé por que siempre he adorado esa blusa. Entré un minuto despues a la cocina, la cuestioné sobre lo que acababa de ocurrir, con una maliciosa pregunta de doble sentido. -Te gustó? Ella muy candida solo contestó algo relacionado con el regalo, así mismo lo quería yo. Entonces fui directo. -No me refería a eso. Quise decir ¿te gustó la sensación de mi pene en ti? Entonces se escandalizó, hizo muecas, gestos y articulaciones innecesariamente marcados de molestia, la pobre estaba negandose a si misma, mas que reclamarme a mi. Habló y vociferó. Yo decidida y groseramente la ignoré para terminar la falsa discusión con la verdad. -Yo te deseo, siempre disfruto nuestros momentos a solas y me gusta mirarte siempre que puedo. Entiendo perfectamente por que me tocas mas cuando tu hija no está y se que estas fingiendo, bien por culpa o bien por pena. Pero te lo ...
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