1. Perversión: el deseo de David.


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... digo, no tendremos mejor oportunidad para saciarnos. Quedose atonita, casi temblando, estúpida. En mi actitud altanera y meticulosamente planeada hice algo para dominarla por completo, para romper su moral y hacerla entender que esas semanas se entregaría integramente al placer. Me desnudé completamente. Aprendí con su hija que soy sumamente atractivo, que desnudo y con una erección bien formada, es imposible negarse a mi. La tenía no había perdido pista de mi cuerpo, era mi presa sus puños se apretaban y los contenía de dirigirse a su vagina, ahora haría lo que yo quisiera. La tomé de su cabello, la acerqué violentamente a mis labios y la besé. Que delicia eran sus pechos, mas no sus besos. Una sola palabra sirve para explicar: manoseo. Se que suena vulgar y burdo, pero es bestialmente delicioso. Manoseé sus pechos con morbo y placer, eran perfectamente firmes, grandes y deliciosos. Lamentablemente tuve que detenerme, pero como lo disfruté. Tomé un cuchillo y le miré apuntandole. -no voy a amenazarte, se que deseas esto tanto o mas que yo. No tengas miedo, nadie va a saber de esto, verdad? Lo entendió perfectamente. Si ella hablaba, yo perdía la relación que tanto aprecio con mi novia. Pero a que costo? Pues ella perdía una hija. Ademas, por que decirlo si podíamos gozarlo hasta que yo exprimiese mi ultima gota de deseo por ella, antes de que irreversiblemente envejezca. Entonces con el cuchillo rasgué su blusa, ella quitósela desesperada y entonces rasgué su sostén. Me ...
    ... sorprendió lo excitada que estaba pues al sentir sus pechos liberarse gimió un poco, para contenerse inmediatamente. Yo me reí de ella y le pedí que gimiera. Le dije energicamente -¡gime! Al momento que con una mano tomé uno de sus pechos bruscamente y continué el manoseo. Y ella gimió contenidamente de nuevo. Me encantó que no gimiese como una vieja, como una vulgar, sí se notaba que era mayor, una mujer adulta, pero aun así su gemido fue acorde con su voz, sexy y madura. la contraparte de su hija, que gime sexy y dulcemente. -¡gime! Y entonces con la otra mano, la del cuchillo, descuidada y violentamente rasgué su la cintura de su mallón. Sus malditos gemidos sostenidos me tenían frenetico. Puse mi cara entte sus pechos y los mordí, los lamí, en síntesis, comí sus pechos justo como a su hija le gusta ya ella. le encantó. Gimió por fin con gusto, no pudo contenerlo mas. Y de hecho me dijo -!más¡ Fue el final absoluto de mi cordura, si es que quedaba algo aún. Mienttras comía uno de sus pechos y manoseaba el otro, dejé el cuchillo y comencé a masturbarla sobre sus leggins. Estaba empapada, era obvio que hace mucho no hacía nada. Y aquí es donde tengo que ser descriptivo. Su vagina era impresionante, debajo de su mojado mallón, se delineaban labios carnosos y jugosos que, a pesar de tener dos deliciosas hijas, estaban perfectamente contorneados. Empujé uno de mis dedos dentro de ella, con todo y su ropa. Ella gimió mucho. Me asusté pues de seguir en la cocina los vecinos nos ...