1. El capataz y el señorito 4


    Fecha: 06/01/2020, Categorías: Gays Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues

    En el campo el tiempo pasa más lento y aunque solo habían pasado seis meses para el señorito Ricardo era como si hubiera estado años en esa hacienda que era su futuro, pero también su prisión, pues él amaba la ciudad y deseaba volver a la vida de las grandes urbes. El joven rubio pensaba que eran seis meses los transcurridos desde aquella terrible noche en la que Bruno, el capataz, lo sometió a sus más bajas pasiones humillándolo, lo que provocó que Juancho, su amigo, terminará enterrando una horca en el pecho del cruel hombre. Ricardo recordó lo que pasó al final de esa noche, Juancho le dijo que se vistiera y saliera del cuarto de Bruno. Ricardo: pero qué vas hacer con él. ¿está muerto verdad? Juancho: no se preocupe señorito, este desgraciado no volverá a molestarlo nunca más. yo me encargo de él. Llorando, Ricardo salió del cuarto y no volvió a ver a Bruno. Al día siguiente, Juancho le prometió que no diría nada de lo que vio la noche anterior y cuando el rubio intentó cuestionarlo sobre lo que pasó con el cuerpo, el joven campesino le dijo que no se preocupara por ello. Ahora, Juancho era el capataz de la hacienda, a pesar de su juventud, el moreno sabía llevar muy bien el trabajo del lugar. aunque tenía don de mando no era agresivo ni violento. Ricardo admiraba eso de su amigo y le agradecía por todo lo que había hecho por él. pero Juancho no buscaba solo el agradecimiento de su patrón, el quería algo más y aunque sabía que el rubio intuía algo, no se atrevía a ...
    ... decírselo, pues consideraba que aún no era el momento. Hasta ese día en el río. Ricardo: Juancho quiero agradecerte por tu gran ayuda en la hacienda, actualmente las cosas marchan bien y eso es gracias a tu trabajo. Juancho: también al suyo señorito. si alguien tiene que agradecerle soy yo, que me dio la oportunidad de ser capataz en su hacienda, cuando yo no era más que un simple peón. Ricardo: te lo mereces Juancho, eres muy trabajador y estoy seguro que tú cuidarás muy bien de la hacienda. Juancho: ¿que yo cuidaré de la hacienda? pos qué quiere decir señorito. Ricardo: Juancho, este no es mi mundo y creo que lo mejor será que me vaya. voy a dejar todo en tus manos y tú me rendirás cuentas aunque yo no esté aquí. El nuevo capataz se levantó de la piedra en la que estaba sentado y dijo: no señorito, no diga eso, usté no puede irse. Ricardo también se puso de pie: Juancho entiende que es lo mejor para mí, aquí siento que me ahogo. este lugar solo me trae malos recuerdos y. Juancho sujetó al rubio de los hombros: usté tiene que olvidar señorito y puede hacerlo aquí. no tiene que irse pa olvidar. Ricardo: ¿cómo? dime cómo Juancho. Juancho: pos no sé. yo solo quiero que usté no se vaya. Ricardo: lo siento Juancho, pero ya está decidido. Y cuando Ricardo intentó irse, el capataz lo detuvo jalándolo hacia su cuerpo: no señorito, no se vaya por favor. Ricardo: Juancho suéltame. quién te crees que eres para detenerme. Juancho era más fuerte que Ricardo y con sus gruesos brazos mantenía ...
«1234...9»