1. Genevieve la diosa


    Fecha: 08/01/2020, Categorías: Intercambios Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... tenía prohibido bajar a nuestro mundo y mucho menos aún mezclarse con ellos.
    
    Genevieve se miró hacia su sexo y tuvo un leve recuerdo de lo que sintió cuando tuvo relaciones con el hombre mortal. Aquello era lo mejor de toda la vida mortal. ¿Por qué los Dioses ya no podían tener sexo ni siquiera entre ellos?
    
    Olvidándose de esos pensamientos, se dirigió al interior de la ciudad. Su mente se había vuelto calenturienta y ese momento, solo pensaba en encontrar a un hombre mortal con el que romper su voto de castidad divina y tener sexo con él.
    
    Entonces recordó de nuevo a Aquiles y se concentró con su poder para poder encontrar a algún descendiente suyo. ¿Alguno seguiría viviendo en esta ciudad?
    
    Recorrió la ciudad mentalmente buscando un descendiente de Aquiles, pero no encontró a ninguno.
    
    Si encontró a un descendiente del herrero. Así que había tenido descendencia al fin y al cabo, aunque después de dos mil años. Si Hispoteo se enteraba, se iba a enfadar mucho.
    
    Bueno, ahora no era cuestión de preocuparse, pensó Genevieve, seguiré a ese hombre y luego pensaré como me presentaré ante él.
    
    Ese hombre trabajaba en lo que los mortales llamaban una oficina. Salía de trabajar a las 5 en punto de la tarde, hora de los mortales, evidentemente. Le siguió por la ciudad hasta su casa, un bonito apartamento con vistas a la Acrópolis de Atenas. ¡Qué recuerdos de aquella época! Bueno, ahora céntrate en lo que importa, tienes que acostarte con él.
    
    El hombre se disponía a ...
    ... abrir la puerta de su casa, sin darse cuenta de que tenía a Genevieve detrás de él. Entró dentro y Genevieve que aparte de su invisibilidad podía hacerse intangible también, atravesó el cuerpo del hombre.
    
    Este sintió un gran placer al ser atravesado por la diosa, tanto que acabó de rodillas en el suelo.
    
    -¿Qué me ha pasado? ¿Qué es esto? Se miró y levantando su pantalón y calzoncillo, vio que había tenido una polución instantánea.
    
    En ese momento escuchó una voz en su cabeza: ¡Hola humano! Soy Genevieve, tú eres un descendiente del hombre que conocí hace dos mil años.
    
    -¿Qué ocurre? Pensó, ¿me estaré volviendo loco?
    
    Genevieve levantó sus brazos y con su poder hizo que el hombre retrocediera con su mente a esa época, para que se diera cuenta de que lo que decía ella era verdad.
    
    Tuvo visiones de hace siglos, y entonces vio a la diosa con un hombre parecido a él, pero que no era él. Estaban en la cama haciendo el amor, él veía a los dos haciéndolo, con ella encima de su antepasado.
    
    Entonces la imagen giró y la vio a ella de frente, disfrutando mucho por la cara que ponía y mordiéndose el labio. Al cabo de un rato, ella llegó al orgasmo y él estaba ahí delante para contemplarlo.
    
    Se borró todo de su vista y Genevieve se materializó delante de sus ojos. ¿Ahora lo crees? le dijo.
    
    La mujer rubia que había visto en esa ¿alucinación? apareció ante sus ojos. Era tan hermosa como en la visión, pero no podría creer aún que fuera real.
    
    -¿No me crees todavía?
    
    -No ...