La Señora Sandra III
Fecha: 08/01/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Milfantasy, Fuente: CuentoRelatos
... subía y bajaba lentamente, ayudada por mis manos. Sus hilos de caliente saliva se deslizaban por todo mi tronco.
Se separó un poco de mí, tomo aire y se dirigió a mis testículos dándoles largas lamidas y pequeños chupetones, mientras que con su mano izquierda me pajeaba.
-S-señora…. Me voy a correr señora. –dije casi a punto de acabar.
La señora Sandra se detuvo por completo, coloco su dedo pulgar e índice en la base de mi pene apretando fuerte para evitar que eyaculara.
-Aguanta un poco más mi niño.
Sin dejar de apretarme volvió a introducir mi pene otra vez en su boca, se lo estaba tragando por completo hasta la base topando con sus dedos. Su mano izquierda apretaba la base de mi tronco para no eyacular, su boca dedicada solo a mamar de arriba abajo y su mano izquierda dándome un masaje en mis huevos.
-¡Señora ya no puede aguantar más! -dije casi gritando.
-Córrete mi niño, dame tu lechita, -respondió ella abriendo su boca.
Me soltó de golpe colocando su rostro directo en mi pene, estaba tan excitado que empiezo a masturbarme frénicamente hasta eyacular, al ver a la señora Sandra en esa pose con su boquita abierta pidiendo leche, me hicieron acabar rápido.
-Tome leche señora Sandra. –dije eufórico sin dejar de masturbarme. –tómese toda mi leche.
Chorro tras chorro de leche salió disparado a su cara, ella solo se quedó inmóvil recibiendo cada uno de mis disparos, terminé por completo en toda su hermosa cara algo que siempre fantaseé con ...
... hacer.
Quería marcarla por completo con mi leche, no quedo espacio en su cara libre de mi semen. Nunca antes había eyaculado en tanta cantidad como esa vez, quería que todos supieran que ella era mía.
Se incorporó de pie quitando los restos de mi semen de sus ojos que no la dejaban ver, se dirigió a un pequeño espejo que tenía en su comedor y se quedó sorprendida al ver la gran cantidad de leche que tenía en su cara.
-¡Mi niño pero cuanta leche sacaste! –dijo sorprendida. – Mira como me dejaste mi cara toda llena.
Tratando de limpiarse con sus manos su rostro, terminaba por restregárselo más en su cara.
-Si mis hijas me vieran así. –dijo ella untándoselo en su cuello y cara. -Bueno, al menos dicen que la lechita de hombre es buena para el cutis.
Yo aún seguía muy duro y mi pene aun daba para más, me quite por completo mi pantalón de mezclilla y sin decir media palabra, empine a la señora Sandra sobre la mesa de madera en su comedor.
Subí su bata hasta su cintura dejando libre su culo, sujete el Chongo de su cabello con mi mano derecha y con mi mano izquierda me aferre su cintura, acomodo mi pene en su vagina introduciéndoselo de golpe.
Mi verga entraba y salía fácilmente de su húmeda y caliente vagina, sus gemidos fueron aumentando, motivándome a seguir dándole más duro, la señora Sandra se retorcía en toda la mesa a cada embestida que le daba.
- Sigue, mi niño, sigue. -dijo gimiendo.
Eran tan fuertes mis embestidas que la mesa se movía de lugar con todo ...