Viaje al Pasado (Capítulo 4)
Fecha: 10/01/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
CAPITULO 4
DE HOY EN ADELANTE SERÁS MI MUJER
Le di vuelta y la abracé, y la besé como solo en mis fantasías lo hacía.
Mis manos recorrían lentamente su cuerpo, y en momentos se quedaban en sus caderas, acariciándolas, sujetándolas, apretándolas.
Sofía, me besaba apasionadamente, sus manos se quedan en mi cabello mucho tiempo, y también bajaban por mi cuerpo, me acariciaban mucho el pecho.
Ya sabíamos para que estábamos ahí, empecé a desmoronar su. Lusa, botón a botón, fui sacando todos los botones hasta que finalmente abrí su blusa y pude ver el sujetador blanco que llevaba puesta, sujetaba esos sendos que alguna vez me dieron de comer y hoy después de tanto tiempo lo volverían a hacer.
Los acariciaba y besaba, al menos lo que el sujetador me dejaba hacer. Sofía me desabotonaba también la camisa hasta dejármela abierta y besar mi pecho también.
—Hace tanto tiempo que no hago esto, discúlpame si lo hago mal, me dijo.
—Te amo, y todo lo que hagas es perfecto. No pienses en nada, sólo en disfrutar el momento. Le dije
Y empecé a sacar su pantalón, no pasó mucho tiempo y este estaba en sus pues. Pude ver su calzón, sensual, ni muy grande, ni muy pequeño, perfecto.
Sofía solo vestía sujetador, calzones y zapatos de tacón, una fantasía hecha realidad. Mi pantalón pronto estuvo tirado en el suelo también, ahora a mí me cubría solo mis calzones.
Como describir el cuerpo de Sofía, ya no era el de una jovencita de 20 años, tenía el efecto del paso del ...
... tiempo a sus casi 40 años, se notaba que tenía una pancita, no muy grande, pero empezaba a notarse. Sus pechos ya no tan firmes como de seguro fueron de jóvenes, y por el efecto de dar de comer a 2 hijos, estaban algo caídos, ahora más firmes por el sujetador blanco que llevaba, sus caderas eran hermosas, anchas su trasero no tan firme pero delicioso, sus piernas ya empezaban a presentar algo de celulitis y una que otra varice pero seguían siendo igual de hermosas, toda su piel era casi blanca, por no presentarla al sol hace mucho tiempo, de contextura media, no era flaca como un palo de escoba ni tampoco era gorda, su figura se mantenía a pesar de los años y el hecho de no hacer ejercicio, su piel parecía tersa y aterciopelada, muy suave, tenía ante mis ojos el cuerpo de esa mujer que algún día me vio nacer, me quedé contemplando cada pare de su cuerpo, ahora solo cubierto por su ropa interior.
—No te gusta lo que vez, me preguntó
—Al contrario, estoy fascinado, le dije, solo quiero observarte por un momento, ya que esta será la última vez que te veo así, como algo inalcanzable, sin saber lo que se siente tenerte entre mis brazos, sin saber lo que se siente hacerte mía.
—Te quiero tanto, me dijo, mientras se abalanzaba a abrazarme y besarme, mi miembro estaba a punto de estallar y ya no soportaba estar encerrado en mis calzones.
La llevé hasta la cama, la deposité suave y dulcemente sobre ella, me esperó boca arriba, y yo me recosté de lado a su lado, y comencé a ...