Viaje al Pasado (Capítulo 4)
Fecha: 10/01/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... nuevo.
Esta vez, ingresé hasta la mitad de mi miembro, y lo saqué, lo volví a ingresar y sacar, dos, tres veces más, y cada vez, ingresaba más, hasta sentir que mis testículos toparon con su ingle, había entrado todo, estaba dentro de Sofía, estaba dentro de mi madre.
Empecé con una serie de bombeadas, suaves, y a veces más rápidas, cambiaba mi ritmo para que ella no se acostumbrara a ninguno. Me abrazaba, me besaba me mordía los labios, y sus manos acariciaban mi espalda y me arañaban a la vez.
Yo sobre ella, entraba y salía, le besaba y mordía sus labios, besaba sus pechos y los mordía, cuando sentí que estaba a punto de estallar, le dije “quiero sentirte encima mío.”, ella se sorprendió, pero aceptó.
Salí de ella, y me puse boca arriba, ella de un salto se subió encima como si me cabalgara, se arrodillo y se levantó un poco para dirigir mi miembro a su entrada con sus manos, y lentamente sentí como se sentó sobre mí, nuevamente mi miembro estaba completamente dentro suyo.
Ahora ella llevaría el ritmo, sentada sobre mí, botaba su cabeza a los lados, gemía como nunca escuche gemir a una mujer, sus manos sobre mis pechos, y empezaba a moverse como si de un baile se tratara, en círculos, de arriba abajo, era delicioso.
Yo por mi parte ponía mis manos en sus pechos, bajaba por sus costados, sentía su figura y dejaba mis manos en sus caderas, en esas caderas que eran mi delirio, y ahora eran mías, solo mías.
Subí mi mano a su rostro, y metí mi pulgar en su ...
... boca, y ella me lo besaba y mordía, sin perder su ritmo.
—Ya no aguanto más, le dije, siento que ya no aguanto más, entre gemidos
—¡Te amo!!, me gritó, una y otra vez
—¡Yo también te amo mamita!!!
¿Pero que acaba de decir???, “Mamita” se me salió inconscientemente, y en el momento de mas éxtasis, pero parece que ella no entendió o no escuchó. Ya que su ritmo no cambió nunca, más bien si cambió, cada vez era más acelerado, hasta que….
Explotamos, los dos a la vez, yo sentía que temblaba y vaciaba mi próstata, y como salía un chorro de líquido seminal y la llenaba, la llenaba, a la vez que sentía que me mojaba entero con sus jugos vaginales, que si antes se habían salido, ahora era un chorro de igual magnitud. La garraba de sus caderas y la apretaba hacia mí para que no se separara jamás de mí.
Sofía se dejó caer exhausta sobre mí, sin sacar mi miembro de su vagina.
Los dos respirábamos agitadamente, sus manos sobre mi pecho y su rostro junto al mío, sus piernas como si fuera un sapo a mis costados. Yo la besaba y le decía cuanto la amaba, ella hacía lo mismo. Yo acariciaba su espalda, su cabello, sus caderas, mi miembro casi completamente flácido, no terminaba de salir de su vagina.
—Te amo, le dije.
—Te amo también me respondió, eres fantástico, me hiciste sentir cosas que nunca las había sentido, ¡jamás!,
—Y tú a mí, Mamita, esta vez se lo dije a propósito, para que ella crea que era una forma cariñosa de tratarla y funcionó.
—Te amo tanto, ...