1. Jennifer seduce a su padre


    Fecha: 12/01/2020, Categorías: Confesiones Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... estoy enamorada de ti.
    
    -Escúchame bien, cariño. Tú aún eres una niña, y yo jamás le haría daño a una niña, y menos si esa niña es mi hija.
    
    -Escucha tú, papá, dejé de ser niña el día que me bajó la primera regla. ¿Te acuerdas de la vergüenza que pasaste para explicarme lo que yo ya sabía y que tú tuviste que mirar en Internet? De eso ya hace más de seis años.
    
    -Sí que me acuerdo. Vale, no eres una niña, eres una mujer, y muy bella, pero, por favor, busca un novio, cariño. No me hagas sentir mal. Sabes que daría mi vida por ti, pero hacer... eso.
    
    -El amor, papa. Tú y yo haríamos el amor y sería algo dulce y maravilloso.
    
    Ricardo no había tocado los corn flakes.
    
    -¡Estás loca de atar!
    
    -¿Me atarías?
    
    -¡Ganas me dan de darte unos azotes!
    
    Jennifer le habló a su padre con voz de mimosa, poniendo morritos, rodeando su cuello con sus brazos y volviendo a poner las tetas sobre su espalda.
    
    -Azótame el culito, por fa, papá, azótamelo.
    
    Ricardo, se levantó de la silla, Jennifer se apartó. Ricardo, yéndose, gruñó:
    
    -¡Esto es para castigarte de por vida!
    
    -¿Adónde vas?
    
    -¡A trabajar! La empresa no funciona sola.
    
    -¿Seguiremos esta noche con la conversación?
    
    -Creo que no me va a quedar más remedio.
    
    A las nueve llegó Ricardo a casa. Llamó por su hija. Le contestó desde el comedor. Cuando Ricardo llegó al comedor, la mesa estaba puesta. Jennifer vestía un vestido largo, rojo, con escote palabra de honor, y calzaba unos zapatos rojos. Estaba cargada de ...
    ... diamantes, los llevaba en un anillo, en una pulsera, en los pendientes y en la gargantilla... Sus carnosos labios y sus uñas las llevaba pintadas de rojo y los ojos de verde. El cabello lo llevaba recogido.
    
    Al verla de pie, al lado de la mesa, Ricardo, exclamó:
    
    -¡Hija! ¡¡No creo que haya sobre la tierra una mujer más hermosa que tú!!
    
    -Gracias, papá. ¿Cenamos?
    
    -¿Qué sirvienta se quedó?
    
    -Herminia.
    
    Cenaron lubina, perdices, y de postre, lo que más le gustaba a Jennifer, flan.
    
    Casi una hora más tarde, después de haberse ido Herminia, en la sala de estar, Jennifer, sentada en un sillón, al lado de su padre, le dijo:
    
    -Me siento como una princesa de cuento de hadas.
    
    -Te falta el príncipe, hija.
    
    -Tú eres mi príncipe.
    
    Jennifer le dio un beso en los labios a su padre.
    
    -No vuelvas a hacer eso.
    
    -¿No te gustó mi beso?
    
    -Claro que sí, cariño, claro que sí. Fue el beso más fresco que me han dado en mi vida. Pero los besos conducen a otras cosas.
    
    -Pues deja que te coma a besos.
    
    -¡Ni a punta de pistola!
    
    -Me ves poca cosa.
    
    -No digas tonterías. Veo a mi hija.
    
    -Déjate ir por una noche, papá. Si mañana te arrepientes de haber hecho el amor conmigo, te prometo que no te volveré a molestar más. Si hace falta me meto en un convento para olvidar lo que siento por ti.
    
    -No me voy a acostar contigo, hija.
    
    Jennifer volvió a besar a su padre, y le susurró al oído:
    
    -Déjate ir.
    
    -Debía salir corriendo de aquí.
    
    Lo volvió a besar. Le toco ...