Descubriendo sus gustos - Relatos Eróticos

Descubriendo sus gustos

... mientras tiraba el cigarro, nos saludamos con un par de besos y la ayude con una pequeña maleta que traía. Mientras iba preguntándole qué tal el viaje fuimos andando hasta un local que yo conocía en el que se comía bien y a buen precio, nos acomodaron en una mesa mientras continuábamos con nuestra charla; a lo largo de la cena Teresa me contó más a fondo los problemas que estaba teniendo con el cambio de piso y el agobio que era andar solucionandolos mientras la tenían viajando de delegación en delegación; se la veía muy agobiada, y con ganas de desahogarse, así que yo la deje hablar y a su vez la daba mi opinion de como intentar enfocar y solucionar la situación. Sin darnos cuenta llegamos a los postres y Teresa dijo: Teresa:” Vaya casi ni te he dejado hablar en toda la cena, te he usado como paño de lágrimas de mis problemas” Yo:” Jajajajaja, pue si, pero no te preocupes, está claro que necesitabas soltarlo y yo encantado de escucharte e intentar darte otro punto de vista” Teresa:” Eres un amor Sergio, la verdad que lo necesitaba, creo necesitaba relajarme y como tú dices soltarlo todo, la verdad que esta cena es el rato más agradable que he tenido en días, puede que incluso semanas” Yo:” Me alegro de que sea así, y siempre que lo necesites y yo esté libre, aquí me tienes para lo que haga falta” Teresa:” hoooo mi caballero andante personal, que lujo, jijijijijij” Yo:” siempre dispuesto a salvar a mi damisela en apuros, jajajaajaja” Teresa:” Me siento una mujer ...

... afortunada…. Y creo que además ha llegado la hora de pagar mi deuda, pidamos la cuenta y te invito tal y como acordamos” Yo:” Claro, eso ya estaba discutido jajajaajaj, además mañana hay que madrugar” Teresa:” Cierto, pero es una pena, la velada está siendo tan agradable, la verdad que me ha servido para relajarme, pero lo cierto es que me gustaría relajarme aún más” Yo:”Si te apetece, por mi está bien, pero creo que aquí están ya cerrando, tendremos que buscar otro sitio, o si quieres, tomar una copa en casa” En la cara de Teresa apareció una sonrisa pícara, y mirándome a los ojos dijo: Teresa:” Lo de ir a casa me parece bien, pero yo no estaba pensando en tomar una última copa y algo de charla si no en algo más íntimo” Tanto la actitud como las palabras de Teresa dejaban lugar a pocas dudas, pero me pillaron totalmente desprevenido, me quedé callado sin saber que decir, mientras continuábamos mirándonos. Teresa:” ¿No dices nada Sergio? ¿no te apetece un rato de diversión entre adultos? ¿donde ha quedado esa promesa de hace unos minutos de ayudarme en lo que haga falta?” Como he dicho yo estaba sorprendido por el giro que había tomado la situación, y como podéis suponer también excitado; una mujer con ese cuerpecito tan apetecible, tan simpática y con la que había fantaseado proponiéndome de forma directa tener sexo; en definitiva el sueño de cualquier hombre. Así que reaccioné… Yo:” Perdona Teresa, pero es que hemos pasado de una cena entre amigos a estar hablando de echar un polvo, ...