1. (16) La muerte


    Fecha: 17/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... puerto de Cotos salí de duda, empezaba el otoño y esa mañana de lunes, decidimos salir de dudas, ambos dos habíamos pedido el día de asuntos propios, y tan propios. Pero eso no corresponde al tema que estoy tratando, volvamos al camino.
    
    Y pienso en la muerte, en mi muerte….
    
    Sensación de ahogo leve, pulsaciones sin ritmo, alteradas, hormigueo en las extremidades, sequedad en la boca y garganta, incapacidad de movimiento y miedo, mucho miedo, no sé qué me pasa y de la duda paso a la certeza, me estoy muriendo.
    
    Me han dejado sin conocimiento con un golpe en la cabeza, chispazo y oscuridad, en este caso no hay chispazo y la oscuridad es diferente, recuerdo ver sobre fondo negro una especie de finas estrellas sobre fondo azulado, y recuperar el sentido dentro de una atmosfera asfixiante y fuerte dolor en el lugar del golpe, y tengo otra experiencia anterior, la primera con siete años caí por el hueco de la escalera de mi casa, tres pisos, casi cuarenta metros, en esa caída el sistema nervioso central cerró la sesión, cuando me solté de la barandilla se hizo la oscuridad, desperté casi treinta horas después en el hospital.
    
    Pero la llegada de la muerte no se parece en nada a lo que he contado. Todo el cuerpo se desajusta y el cerebro procura que no te interés, he visto a gente horas antes de morir y su estado físico es muy parecido.
    
    Hay una salvedad que ya contaré en otro momento, y es cuando la gente sabe que se está muriendo y cuando vas a visitarla, te coge de la ...
    ... mano, o de la muñeca, te clava sus garras, te hace daño y es cuando te roba vida, y eso me ha ocurrido con el padre de un amigo, además un maligno, mi padre en sus últimos días hizo algo parecido pero no con la fuerza de ese hombre.
    
    Tu mente ya no la controlas, eres el alojamiento de un montón de vísceras que empiezan a fallar debido a que no les llega nada, al margen del deterioro por la edad y mientras los médicos te meten calmantes, solo eso, procuran que no sientas dolor al morir, aunque la muerte no duele, es un pequeño paso, el aliento se detiene, así de simple.
    
    Esa frase, no me eches el aliento. Es cuando estás muy próximo y aseguro que ese aliento huele a podrido, algo así, a putrefacción que parte del interior, ya hay zonas muertas que empiezan el proceso, esa bolsa que escondemos en nuestro cuerpo se empieza a romper, lombrices le llaman.
    
    Hay veces, aunque ignoro la causa ya que oí ese tema desde lejos y me largué, no me interesaba lo que estaban hablando esos enfermeros. El caso era de un tipo que le picaba el ano, y le hicieron una exploración, había pequeñas lombrices amarillentas, eso fue todo lo que escuché y cuando murió una anciana vecina, una de sus familiares, hablaba de ese saco, como le llamó ella, parece que su descomposición empezó muy rápido debido a la alta medicación que le dieron, si recuerdo el día que fui a verla, tenía puesta una mascarilla y su respiración era muy agitada.
    
    Ya no escuchas nada, es lo último que se pierde, el oído y por ...