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Un sueño cumplido
Fecha: 14/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos
En realidad, este relato es como un desahogo, porque hoy por hoy estoy sufriendo una abstinencia que me perturba la cabeza y como no se lo puedo contar a nadie espero que me sirva para liberar un poco mi mente que solo piensa en una buena cogida. Desde que era muy pequeño fui criado bajo la tutela de mis padres que concurrían asiduamente a la iglesia Nueva Apostólica, allí me casé en el año 86 y a partir de ese momento empecé a activar como subdiácono de la misma comunidad Todos los sábados como era costumbre y organizados en parejas por el pastor dirigente se hacían visitas a los fieles, con el propósito de reforzar su fe ya sea porque hacía tiempo que no concurrían o porque tenían algún problema de salud. Fue entonces que en una de aquellas visitas conocí a Beatriz, una mujer hermosa, elegante y muy femenina además toda ella despedía una sensualidad increíble y muy particular. Sabía de antemano que estaba casada como yo, pero siempre que podía me las arreglaba para que me eligieran como visitador para pasar por su casa. Con el tiempo mi entusiasmo se fue desvaneciendo y decidí renunciar a mi cargo de pastor, dejando mi condición de siervo de Dios y me alejé de la iglesia. Posteriormente mis días transcurrieron normalmente, por supuesto con altos y bajos como en toda pareja y la nueva etapa del matrimonio, tuve mis hijos y los vimos crecer armoniosamente junto a mi esposa, tenía un trabajo estable y todo iba de maravillas. Los problemas empezaron cuando años más ...
... tarde enfermo mi suegro y mi esposa como única hija mujer empezó a dedicarle la mayoría de su tiempo especialmente por las noches cuando podíamos estar juntos ella debía cuidar a su papa. Debo aclarar que siempre me caractericé por ser una persona muy activa sexualmente y esta ausencia y los continuos rechazos de mi esposa me frustraban demasiado. Ella desde su ultimo embarazo había empezado a engordar mucho y siempre tenía algo que le dolía o me decía —Después que se duerman los chicos hacemos mimitos. Pero ese después nunca llegaba hasta tal punto que las pocas veces que podíamos o queríamos mis erecciones eran muy cortas o directamente no las tenía. Tanto es así que llegue a pensar que por mi edad me había venido la andropausia y hasta recurrí al doctor para que me recetara inyecciones de testosterona, después de eso tenía buenas erecciones, pero como no quería molestar a mi esposa porque estaba cansada me masturbaba para aliviar mis necesidades. Un día que ella venia de la calle me cuenta: —¿Sabes con quien estuve hoy? Con Beatriz —me dice un poco molesta— me empezó a hablar de la iglesia y casi la mando a la mierda. —No le hagas caso!! —le dije sonriendo— Debe estar media loca con la religión y ella siempre fue media fanática. 28 años después de aquellas tan ansiadas visitas, llaman a la puerta, al abrir me encuentro con un conocido amigo de Beatriz que me pedía si le podía hacer el favor de colocarle una cocina nueva. Para mí fue toda una sorpresa porque ...