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51.3 Despedida con fiesta
Fecha: 16/01/2020, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... cama. -Tómame Gonzalo, hazme tuyo. –estaba ofrecido todo como un auténtico y verdadero puto, con mis manos separando mis nalgas para ofrecerle la entrada de mi culo. Acaricié mi ano metiendo mis dedos y él rápidamente se colocó entre mis piernas abiertas para recibirle, subí mi culo todo lo que pude y me permitía la abertura de mis piernas. Cogió su verga con la mano derecha y comenzó a golpear mis nalgas y la entrada de mi ano con fuerza, tiré de mis nalgas para separarlas más y sentía como mi ano se abría ofreciéndose a la verga del macho. -Métela Gonzalo, ábreme el culo. –lo tenía totalmente abierto pero le incité a que lo llenara de su verga. Sujetó mi cintura con una mano y con la otra su polla, la dirigió a la entrada y empujó hasta vencer la mínima resistencia que mi culo le ofrecía, mis manos tiran de mi piel para estirar mi agujero y sujeté su miembro acariciándole en la entrada a la vez que a mi tirante ano. Parecía imposible que aquel volumen de carne dura pero tierna estuviera penetrando en mí, lo sentía resbalar por mis manos y luego por mi ano hasta llevarse las paredes de mi recto con él. Emití un grito de placer y le puse contento, golpeó con su mano mi nalga y salió un sonido seco que llenó la habitación. Una vez que está dentro de mí y le noto como pica en mi intestino se detiene un momento, muevo mis caderas para adaptar mi ano a su grueso cipote, su sentido dominante le aparece y sujeta mis caderas para que no me mueva y ser él el que ...
... comienza su trabajo metiendo y sacando en cortos trozos su verga con mucha velocidad. Gonzalo no habla, solo actúa y a veces gruñe por el esfuerzo que realiza, levanto mi cabeza de la cama para que pueda llegar a mi boca y la muerde. -Voy a follarte hasta que mueras putito. –se debe dar cuenta de la barbaridad que ha dicho y se ríe volviendo a su trabajo de entrar y salir profundamente en mi vientre, sus meneos llevan mi cuerpo a estallar de placer, a volver a sentir esas exquisitascosquillas en mi ano y recto que me hacen estremecer, tiemblo, me contorsiono, grito. -¿Qué te sucede, te hago daño? -hasta Gonzalo se asombra. -Sigue, sigue mi amor, me estas matando. -mi cabeza se extravía y cuando recobro el sentido me ha dado la vuelta y me tiene pegadas las piernas sobre sus hombros, su verga metida hasta el fondo de mi ser, sus ojos que me miran curioso. Abrazo su cuello y le atraigo hacia mí, bendita la capacidad de contorsionista con que la naturaleza me ha regalado para enroscarme en él como si fuera una liana. -Bésame Gonzalo, macho mío, te siento en mi estómago, fóllame más, eres mi Dios cariño mío, dale duro a tu puto, ¡oh!, sí, soy todo tuyo y tu mío. Vuelve a comenzar y su polla entra muy suave en mi engrasado ano, resbala aunque la siento poderosa y tan potente que aún me puede hacer daño. Mi hombre comenzó a respirar fuerte como un aviso de que iba a llegar a su final, moví mis caderas para ayudarle y lograr que goce como lo hago yo, su verga ...