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Como comenzó todo (II)
Fecha: 19/01/2020, Categorías: Gays Autor: mikepicaro, Fuente: SexoSinTabues
... hizo él se vistió, solo me dio un fuerte apretón de manos cuando lo se marchó. Pero un nuevo trato se había pactado. Raiby: Ya sabes nos estamos hablando Yo: Seguro papa, cuídese… ya tienes mis teléfonos Nunca me cobró, nunca le pagué. Decir que tenía ratón moral, que me sentía extraño (lo único extraño que sentía era la sensación incomoda de mi culo), que aquello me había trastocado, que me sentía mal por mi madre o mi novia, es decirles mentiras, si sentía una extraña mezcla de sensaciones, había sido una experiencia única, pero a la vez la tomaba como algo prohibido que me podía permitir de muy de vez en cuando con alguien especial. Además que mi personalidad antiparabolica, ha hecho de mí un dechado de cinismo y desparpajo hasta conmigo mismo. Así pasó el tiempo, Raiby venía en vacaciones y buscábamos de repetir nuestras locuras muy de vez en cuando, quizás una o dos veces por vez cuando venía, pero sí muy anecdóticas, como la vez que detuvimos un ascensor entre pisos, para ya saben que. Ahí luego de practicar un mutuo y rico sexo oral, nos masturbamos y en la conjunción de un rico beso acabamos. Lo malo es que no pudimos hacer que comenzará a subir o bajar, allí encerrados con el piso lleno de semen y aquel olor a sexo, nos desesperamos, lo primero era limpiar para luego pedir ayuda y esperar el momento en que nos sacaran los bomberos. O la vez que casi nos pillan unos guardias nacionales por el cerro Ávila, que nos tocó correr y tirarnos en un montarral, rasguñados, ...
... llenos de tierras pero siempre terminábamos compartiendo una gran carcajada, éramos los cómplices por temporada. Hasta me gané un peo con mi mamá, por agarrarle el auto, sin decirle nada, para bajar con Raiby a la playa. También viene a mi memoria la vez que fui a Barquisimeto y salí con su novia y una chica guapa que me había levantado, el típico dos pa’ dos y las dejamos sentadas en un café de un centro comercial y nos encerramos en un baño, luego del sexo oral hubo tiempo incluso para penetrarlo. Cuando salimos el único que estaba en ese momento era un chamito de unos 12 años, que se nos quedó viendo como gallina mirando sal. Él llegó primero, por supuesto las gevas estaban molestas, recriminado donde estábamos nosotros, que éramos unos desconsiderados y esas cosas. Raiby: Yo estaba en el baño, él no sé dónde se metió, lo estaba buscando, pero no sé dónde coño anda Al rato me aparecí con las entradas del cine y una excusa tonta, eso sí con mi gran sonrisa, mostrando todos los dientes, y la rabieta había sido abatida. Fueron momentos de chiquillada, nadie sospechó nada, ni su primo Leonardo, que al parecer su sexto sentido gay no era de lo mejor. Claro salíamos con nenas que estaban ricas, aparte que siempre me veían muy unido a Verónica. Ni mis amigos, alguno que otro sentía celos amistosos, porque cuando venía Raiby, yo les sacaba el culo, pero de a ratos. Ya a mis 21 años, mi Sra. Madre decidió unirse nuevamente a un hombre, bien de pinga por cierto. No me la llevaba mal ...