Los gorditos tambien saben follar - Relatos Eróticos

Los gorditos tambien saben follar

... sabría si la aguantaría, y si el tendría tiempo, no me atreví a pedírselo, pero el se dio cuenta que estaba caliente como una perra. Entonces me cogió me puso a cuatro patas encima de la cama, me bajo mis bragas manchadas, me aplico una cantidad generosa de lubricante y comenzó a jugar con su capullo en mi culo, el permanecía de pie detrás de mi, la imagen en el espejo del armario era tremenda. Me penetró, el dolor fue casi insoportable, casi me desmayo, el se quedo asustado, cuando recupere el aliento me coloque de nuevo a cuatro patas y le pedí que me follara. Me volvió a penetrar, ahora si me la clavo entera, volvió a coger el ritmo de por la noche, era extraordinariamente placentero, yo gemía de verdad como una puta, cuando llevaba un rato dándome comenzó a ir mas deprisa, "se me hace tarde" dijo, entonces empecé a sentir ese calor casi insoportable que te entra cuando te están enculando de verdad, el echo su mano a mi polla y me dijo, esta vez te voy a correr yo, con las manos pensé yo porque antes me corrí sola mientras que me daba por el culo. Me corrí rapidito, el siguió un poco más hasta volver a descargar como en las anteriores ocasiones, otra tremenda corrida, me había vuelto a preñar. Yo me subí las bragas y me quede echada en la cama. Lo miraba mientras ...

... el se vestía para ir al trabajo, entonces el me arropo y me pidió que no me levantara, que sabia salir. Me quede dormida, sonó de nuevo ahora mi despertador. Me levante, estaba en una nube, decidi ir al trabajo vestida de puta, me sentía guarra como hacia ya mucho tiempo. Me di una ducha, mi culo seguía lleno de leche, lo notaba e intentaba hacer fuerza para que no se saliera, me gustaba esa sensación, me puse medias negras, un liguero negro y unas bragas negras también, utilice un salvaslip puesto que intuía que algo se saldría al cabo de la mañana, en la parte de arriba no podía ponerme nada puesto que se notaria, me puse el traje y me fui a la oficina, era mañana de viernes, o sea reunión tras reunión, recuerdo que fue excitante como por debajo me sentía como una puta, la humedad en mi culo, el salvaslip mojado, que tuve que cambiar a media mañana, como cuando una tía tiene la regla, pero en mi caso manchaba leche de mi gordito, mientras allí se discutían asuntos sobre asuntos en las tediosas reuniones yo llevaba la felicidad por dentro. Al final se me hizo un poco larga la mañana pero quedará en mi recuerdo como uno de los días de trabajo diferentes a todos en mi vida laboral. La conclusión que saque de todo esto es que al final "los gorditos también saben follar".