Alicia y sus cuñados 1
Fecha: 24/01/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ViejoPervertido69, Fuente: SexoSinTabues
... suegra de disculpó, diciendo que tenía mucho sueño y se retiró a su habitación. Seguimos charlando amenamente, yo poco a poco les hacia menos caso y simulé que me quedaba dormido. Alicia ya estaba muy ebria, se mecía con los ojos cerrados, no se daba cuenta que al colocar un pie en cada pata de la mecedora, estaba con las piernas completamente abiertas, mostrando indecorosamente la totalidad de sus torneadas piernas, así como su calzón. Desde mi lugar, alcanzaba a vislumbrar como se traslucía su raja, y como uno que otro pelito que se le escapaba por los laterales de la tanga. Rogelio y Roberto, le miraban con obscenidad mientras se sobaban descaradamente su paquete. Alicia, intempestivamente se despertó y con voz entrecortada les decía que necesitaba ir al baño. Roberto le guiñó un ojo a Rogelio y se adelantó, dirigiéndose al sanitario, mientras Alicia torpemente trataba de levantarse. Rogelio me sacudió fuertemente. “Estas despierto Ramón… Hey, despierta” Yo me hice el dormido. Sonrió y se abalanzó sobre mi mujer, extrajo de su pantalón, una verga enorme, luego, la abrazó por detrás, colocando sus dos manos, en las enormes, chiches de Alicia, las sobaba intensamente, mientras le besaba el cuello y enterraba su chile en las nalgotas de mi esposa. -Yo te ayudo cuñadita, deja te llevó al sanitario. –Le decía Rogelio -No. Déjame. –Le decía mi señora completamente ebria-. Yo puedo solita. La estuvo magreando unos minutos, simulando querer ayudarla, y mi mujer tratando de que ...
... no lo hiciera. Sus envites eran descarados, hasta llegar a pompearla, simulando que se la estaba cogiendo. Por fin mi esposa logro escabullirse de sus garras. Dando traspiés se dirigió al sanitario. Rogelio la siguió sigilosamente y ambos desaparecieron tras la puerta. Rápidamente me levanté, me asomé en el interior de la casa y no los vi. Coloqué una escalera de aluminio en la pared, a un lado de la ventana del baño, que daba al exterior del pasillo. Con el alma en la mano, temeroso que me descubrieran, subí poco a poco, por cada uno de los escalones. Me asomé cuidando que no me vieran del interior. Roberto se sacudía la enorme verga con sus manos, mientras Alicia le miraba fijamente. -Te gusta mi verga cuñadita. –Le dijo Roberto, pelándose la enorme verga, y mostrándosela mientras la movía de arriba abajo. -Si. Esta muy bonita, pero ya me estoy orinando, apúrate. Roberto retrocedió unos pasos, solo los necesarios para que Alicia se sentara en el inodoro. Tenía la verga completamente erecta en la mano, y se masturbaba lentamente. -Está bien, -dijo Roberto-. Para que veas que no soy malo, como todavía no termino, te doy chance que orines, pero apúrate para seguir yo. -Gracias Roberto. –Dijo mi esposa con voz ebria-. Se subió la falda y se bajó los calzones lentamente, mostrándole su hermoso e intimo, triangulo de vellos negros. Luego se sentó en la taza y se escuchó un potente chorro de orina, que salía de su vagina. -Ay, que rico. Me andaba mucho del baño y… Alicia tomó ...