Desafío de galaxias (capitulo 68)
Fecha: 25/01/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... pero de total y absoluta confianza.
—No te preocupes, no habrá problemas. Te lo garantizo. Y ahora dinos a que vienen.
—A intentar que se rindan.
—De acuerdo.
—Vamos a comenzar a bombardear desde la órbita, durante veinticuatro horas, sobre está zona, —dijo Marisol señalando una zona de la maraña de túneles—. Después, enlazaremos sus sistemas de comunicaciones y ellos comenzaran a hablar. Si vemos que no hay resultados, los animaremos con otro periodo de bombardeos, y vuelta a empezar. En dos semanas, quiero que estéis avanzando sobre Hirios 5.
—¿Y si no se rinden? —preguntó Esteban.
—Estoy convencida de que lo harán, pero si no lo hacen, dejáis una pequeña fuerza naval aquí, y que los machaquen.
—¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
—¿Ya quieres que me vaya?
—¡Pues claro que no! —exclamó Opx frunciendo el ceño.
—En principio, mañana por la tarde salimos para Ômikrom, —respondió Anahis— a no ser que Marisol decida lo contrario.
—Sí, vamos a matar bichos peludos. Además, en una semana tenemos que estar en Mandoria sin falta.
—Es el cumple de mi padre.
— ¿Se lo habéis dicho a los bulban, para que no os fastidien los planes? —bromeo Esteban.
—¿No lo has hecho tú? —preguntó Marisol mirando a Anahis continuando con la broma.
—¡Yo creía que lo habías hecho tú!
—¡Pues estamos apañadas! En fin, después tenemos que ir sin falta a Nueva España: Sarita sale de cuentas en tres semanas, y queremos estar allí.
—¡Joder! Dala recuerdos de mi ...
... parte, —dijo Paco Esteban— me jode no poder estar allí.
Una semana después, el Fénix aterrizaba en Mandoria, a tiempo para el cumpleaños del canciller, que se celebraba al día siguiente. Después de cenar, Marisol y Anahis habían recogido el regalo, algo muy especial que encargaron a un oficial del Cuartel General, oriundo de Nueva Italia.
—¿Tú crees que le gustara? —preguntó Marisol mientras desnudas, sentadas sobre la cama, intentaban envolver el regalo.
—¿Bromeas? Le va a volver loco.
—Espero que tengas razón, porque nos ha costado una pasta.
—Las antigüedades son lo que tienen: que son caras, —respondió Anahis luchando con el papel de regalo— ¡esto va a quedar hecho una mierda!
—Que no mi amor, que va a quedar bien, si no fuera por el papel.
—¡Ya estamos! Pues es muy mono: alegre.
—¡Si muy alegre! Alegre que te cagas.
—Si te dejó a ti lo hubieras comprado negro, seguro.
—Por supuesto: sobrio, elegante, señorial, adecuado para un poderoso canciller.
—¡No digas tonterías! Pues cuando veas tu vestido…
—¿¡Qué vestido!? —la interrumpió alarmada.
—¿No pensaras que vas a ir de uniforme?
—¡Pues claro que voy a ir de uniforme!
—Pues ya te puedes ir olvidando: no vas a ir al cumple de mi padre vestida de uniforme.
—Pero es que…
—¡Qué he dicho que no! además, recuerda que me lo prometiste.
—¿Cuándo?
—Cuándo te hirieron en Waantoobaan.
—¡Ah no! íbamos a ir a Raissa…
—Eso es secundario, lo principal es que te ibas a vestir como ...