1. EL NENE BUENO


    Fecha: 18/09/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cabalgara como a un caballo. Un caballo con la verga dura y húmeda por una feroz calentura. —¿Te divierte el juego primito? —Sí, está muy bueno Lucas. Mis manos comenzaron a acariciarle el vientre bajo la remera. Su piel era suave y blanquita que sentía como las venas de mi pene se hinchaban con fuerza de lo lindo que era. —¿A que no podes matar a ese zombi de un solo disparo? —Sí puedo, es fácil. Julián, quien no tenía muy buena puntería, fallaba siempre al intentar darle en la cabeza. —Perdiste, apostemos a ver quién mata más zombis de un solo disparo. —¡Dale! —El que falla se tiene que sacar una prenda de ropa. —¿Una prenda, cualquier prenda? —Sí, no me digas que tenés miedo, ¿no serás una nena? —¡No! Bueno dale, juguemos. Julián falló y se sacó las zapatillas, luego las medias, luego la remera y más tarde el pantalón, quedando en calzoncillos. Unos ajustados y blanquitos. —No fallaste ni uno, no se vale, me quedo sin ropa. Su piel blanca como la leche me encendía y mis manos rosaban sus piernitas delicadas mientras mi punzante verga empujaba contra sus nalgas redonditas. —No tengo la culpa de ser tan bueno, pero está bien —dije—. ¿Qué prenda me saco? —Tu camiseta. —Bueno, me saco la camiseta. Julián observó mi torso, un torso tonificado. —Tus pezones están duritos —dijo entre risas. —Si mis pezones, Juli. Continuamos el juego y perdí apropósito una vez más. Me saqué las zapatillas y las medias. Mi primo falló una vez más y no quiso sacarse sus calzoncillos. —No es justo, ...
    ... primito te los tenes que sacar, son las reglas. —Es que me da vergüenza. —Somos hombres, no seas nena. Julián se los sacó enseguida al escuchar esa palabra. Su pitito se tambaleaba vergonzoso de un lado a otro, y sus nalgas rosaditas rebotaban entre sí, hasta sentarse de golpe contra mi verga dura y causándome mucho dolor en las pelotas. —Despacio Juli. —Perdón, primo. Seguimos jugando y no fallaba ni un solo disparo. Esto molestaba a mi primito quien quería que me quedara desnudo. —Bueno, listo. Se acabó el juego. —No se vale te falta sacarte los pantalones. —Pero no fallé. A demás no puedo sacarme los pantalones, sos muy nene para verme. —¡Pero dijiste que éramos hombres! —Sí, pero no está bien que vos me veas a mí. Julián enojado se abalanzó contra el cierre de mis jeans, lo bajó y me tironeó de los pantalones hasta sacármelos, mientras yo me reía. —¡Pará! Ya está, me sacaste los pantalones qué más queres. —¿Qué tenes ahí? Julián señalo mi erección oculta bajo mis húmedos calzoncillos negros. —Lo mismo que vos. —No, tenes otra cosa, qué es… —Pasa que es más grande primito. —Ese olor… Me levanté de la silla con mi tremenda erección y me bajé los calzoncillos. —¡Esto es un pito! —¡Es enorme! —¿Querés tocarlo? —Que peludo, primo. Julián estaba impresionado y colorado de la vergüenza. Sus manitos agarraron el rugoso y venoso tronco. Sus dedos torpes se deslizaban hasta un glande brilloso. De vez en cuando se miraba su pene y luego el mío para compararse. —Dentro de unos años ...