-
EL PLACER DE UNA CONCHUDITA.
Fecha: 27/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Cuando mi tío estaba separado de su mujer se vino unos días a vivir a la casita del fondo de casa; con papá los findes aparecían entonados pero no eran borrachos agresivos; por el contrario cariñosos y hasta pesados de tanta dulzura. Mamá aunque no podía ocultar su tranquilidad hacía como que lo retaba a papá y yo con mi tío jugaba a lo mismo. Yo andaba por los 12 años y eramos una familia de los denominados robustos ya que mi cuerpo era de una adolescente prácticamente. Después de comer bajo la parra en esas hermosas noches de verano cada cual a su cama y fue cuando en una oportunidad tuve que llevarle una tolla a mi tío y el si bien no estaba ebrio solo algo feliz me dio las gracias y como al descuido recibí un pico, cuando nos separamos el bajo la vista y me pidió disculpas al tiempo que me rogó no dijera nada que no entendía pero que me había visto muy linda y tan mujer. Me alejé rápidamente y en mi cama antes de dormirme no podía sacarme la inquietud ya que si bien los maduros en la calle y los de secundaria en el cole eran mas que atrevidos en sus dichos esto era diferente. alguien de mi sangre a quien yo admiraba y retaba aunque algo festivo me había dado el primer beso. Al otro día esquive su mirada pero quería saber como era la suya y para mi incomodidad lo vi relojear mi cuerpo de arriba abajo. Nos sentamos juntos y lo noté mas tranquilo, después del almuerzo en la charla de sobremesa sentí su mano como al descuido rozando mi muslo; empecé a ayudar a mamá a levantar ...
... el servicio y zafar de algo que aunque no sabía si era casual me trastornaba aun sin descubrir si era miedo o despertar. Volví a sentarme donde antes y esta vez como acomodando el cuerpo de a poco me fuí contra él buscando su mano. En los mates de la tardecita cruzamos miradas y aún sin saber yo que quería me puse en seductora siendo que apenas había empezado a ser "señorita". En la madrugada sentí toques en el ventana aún despierta sin correr las cortinas sabía que era él, me hizo señas para entrar y negué con la cabeza, insistió y entró. Yos estaba con ropas de cama y el en short, nos sentamos en la cama y me dijo que lo de la otra noche había nacido tan de adentro que no se arrepentía y que moría por hacerlo de nuevo. Le recriminé lo dicho recordando que era mi tío a lo cual el contestó que era una pena que no lo viera como hombre ya que él se deslumbraba en mi condición de mujer. Me tomó de la pera y pese a una negativa mía me pidió que por favor una vez en la vida me dejara saborear esos labios tan sensuales. Craso error cometí al acceder, me comió la boca y cedí mas allá de los labios recibiendo su lengua dentro de mi boca al tiempo que sus manos exploraban mi cuerpo, me solté como pude y le dije que basta. me volvió a tomar de la pera para inundarme la boca de saliva y lengua y yo ya ardiendo lo abracé sintiendo como sus manos subían mi enagua acariciando mis piernas, cuando busco abrir mis piernas apreté las mismas y en un susurro sentenció: "sos demasiado mujer para ...