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EL PLACER DE UNA CONCHUDITA.
Fecha: 27/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... no dejar que te disfrute" y las abrí para que el con sus dedos explorara mi humedad en mi virginal clítoris; perdí, me bajó la bombacha sin parar de besarme, mientras subía mi corpiño para descubrir mis marrones y durísimos senos, los cuales saboreó con maestría y bajó su lengua por mi pancita deteniéndose un ratito en el ombligo y seguir hasta mi conchita para empezar a chuparla con una delicadeza tan intensa que me hizo morder la almohada para que mis gemidos no se hicieran gritos y fuí yo la que le pidió que me cojiera y él casi de una apenas me puerteó, entró y yo me arqueé de dolor y placer abriendo al máximo las piernas para recibirlo todo, todo y le pedí una y otra vez que me jurara amor y que solo yo sería su mujer. Fuí al cole siendo mujer y contuve mis ganas de contar lo sucedido ante las conversaciones niñas de mis colegas y los chicos me parecieron más estúpidos que nunca. Volvió con su ex un tiempo para mi rabia y me juró que solo era por los niños que entre ellos no pasaba nada y la noche que volvió apareció en mi cuarto con una petaca de licor de la cual bebí un par de tragos quedando mareada. Era para que empezara a chuparle la pija, lo sentí jadear de placer y retorcerse en la cama con su verga llenándome la boca con esas venas ...
... tibias y palpitantes para sacarla y hacerse masturbar en medios de besos de lengua fatales y sentí como descargo su semen en mi mano, fue un torrente impresionante. Con un dedo suyo cargo algo de él para llevarlo a su boca mientras me miraba fijamente y entendí el mensaje, llevé mi mano a mi boca para chupar de ella la leche que había allí; no me resultó tan grave. no era tan asqueroso y a partir de esa noche siempre me bebí sus acabadas limpiandole la pija con mi lengua. Una noche me manoseó toda estando en la mesa y yo con la calentura a full estaba dispuesta a coger delante de mis padres si era necesario demostrar mi amor, alguna veces me pidió que caminara con mas disimulo que se me notaba demasiado el don de hembra provocativa y "conchudita" que pedía verga de su macho. En una madrugada apareció con su petaca y le dije que no tomaría nada ya que me quedaban náuseas al otro día que lo quería lo pidiera. La cola. Me convenció que el tamaño de mis nalgas reducirían el largo de su pija y así empezó; el ardor, sentir como abría las paredes intestinales y sus ojos cerrados con la sonrisa de placer al susurro de: "guacha.hembra.puta.mujer.y mía solo mía.de ahora en más si hay otro no me importa.yo te usé toda.yo te cogí y recogí.yo soy tu macho.